El estudio de caracterización de la especie que se realizará hasta a finales del mes de diciembre responde a los avances de la formulación de una legislación que permitiría la explotación de los ejemplares de manera sostenible.
El último conteo de ejemplares realizado se desarrolló en el año 2006 donde se estimó una población de 7 millones 800 mil animales en la Orinoquia con un cupo de explotación de 78 mil animales al año.
Dichas estimaciones se encuentran compiladas en un documento que realizó Corporinoquia y la Universidad Nacional en el año 2014 en donde se encuentra consignada toda la información de los trabajos realizados en campo durante esa época.
“Hay varios motores que afectan a la vida silvestre, uno de ellos es el cambio climático. En 2014 vimos la mortandad de chigüiros que hubo, suponemos que hubo una disminución de poblaciones, pero al no haber cuantificado desde el año 2006 hasta ahora, no sabemos cuántos había, si había una sobrepoblación o qué fue lo que ocasionó esta mortandad de chigüiros y otras especies de fauna” manifestó Hugo Fernando López Arévalo, biólogo profesor asociado al Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia.
A su vez, el estudio busca identificar los efectos que traen consigo los cambios en las coberturas naturales por cultivos de palma, arroceras e infraestructura, entre otros.
“Hace unos años cuando realizamos el conteo no existían tantas carreteras, esas carreteras pueden estar beneficiando o perjudicando a los chigüiros, no lo sabemos, entonces vamos a hacer conteos en 5 sitios entre Arauca y Casanare para poder estimar el estado actual de las poblaciones y poder plantear una cuota global”, agregó López Arévalo.
Paralelamente, Corporinoquia, la Universidad Nacional, MinAmbiente y Ministerio de Protección Social, entre otros han venido realizando mesas técnicas para seguir avanzando en la sostenibilidad y legalización del consumo de chigüiro, por lo que se están abordando aspectos biológicos y normativos.
Mas allá de determinar la cuota global, se busca que los propietarios de hatos ganaderos se apropien de la cuantificación de los ejemplares en sus predios a través de metodologías como transectos (técnica de observación y registro de datos) que Corporinoquia y la Universidad Nacional facilitarían mediante capacitación con el objetivo de que sean aplicadas en futuros aprovechamientos sostenibles y se pueda estimar en el tiempo el estado de conservación de la especie.