Vigilancia de la calidad del agua de los sistemas de abastecimiento para consumo humano y verificación de las condiciones de inocuidad de los alimentos en la cadena de distribución y comercialización, realiza de manera continua la Secretaría Departamental de Salud a través del laboratorio de Salud Pública, para determinar factores de riesgo que comprometan la vida e integridad de la población de los 19 municipios del departamento.
La primera acción se desarrolla mediante el análisis de las muestras de agua tomadas tanto en el área urbana como rural de los municipios; al igual que en la comunidad indígena del resguardo de Caño Mochuelo. A la fecha, se han analizado 546 muestras, las cuales han sido sometidas a un examen físico-químico y bacteriológico.
Dentro de los componentes físico- químicos a medir se encuentran el PH, turbiedad, color, cloro libre residual, calcio, alcalinidad, dureza total y cálcica; cloruros, sulfatos, fosfatos, hierro, nitratos, nitritos y aluminio. Además, el análisis bacteriológico permite confirmar o descartar la presencia de microrganismos patógenos como Escherichia coli (E.coli) y coliformes totales.
“Los resultados obtenidos al término del análisis de las muestras de agua se cargan al SIVICAP (Sistema de Información para la Vigilancia de la Calidad del Agua para Consumo Humano) que es administrada por el Instituto Nacional de Salud, el cual genera un resultado que es notificado, según el riesgo de cada una, al alcalde, el técnico o al prestador”, precisó el secretario Departamental de Salud, David Francisco Gallego Moreno.
De acuerdo con los resultados obtenidos, las muestras se clasifican en sin riesgo (de 0 a 5%), riesgo bajo (de 5.1 a 14%), riesgo medio (de 14.1 a 35%), riesgo alto (de 35. 1 a 80%) e inviable sanitariamente (de 80.1 a 100%).
Inocuidad de los alimentos
A través del laboratorio se apoyan las acciones de IVC (Inspección, Vigilancia y Control) mediante el procesamiento de las muestras tomadas en los establecimientos con enfoque de riesgo, como los CDI (Centros de Desarrollo Infantil), restaurantes escolares, centros penitenciarios, ancianatos, restaurantes populares, en tiendas, supermercados, panaderías y cafeterías, para hacer seguimiento a los tipos de alimentos a los que están más expuestos los consumidores del departamento.
En lo corrido de 2017 se han analizado 282 muestras, las cuales han sido sometidas a evaluación de agentes microbiológicos, en aras de evaluar la implementación de buenas prácticas de manufactura o manipulación. También se adelanta un análisis de microrganismos patógenos, según el tipo de alimento y de parámetros definidos por el INVIMA (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos) o el Ministerio de Salud y Protección Social.