Con la aprobación del informe de conciliación en el Senado y en la Cámara de Representantes, culminó en el Congreso de la República el trámite de la reforma al Código Electoral, un proyecto que modificará sustancialmente el sistema político colombiano.
Como se trata de una ley estatutaria, la norma ahora pasa a revisión de la Corte Constitucional, que es la que deberá darle el visto bueno final para que pueda ser sancionada por el presidente Iván Duque.
La iniciativa incluyó la paridad de género como uno de los pilares fundamentales, lo que garantiza la participación del 50% de las mujeres en las listas de candidatos a corporaciones públicas.
También estableció normas claras para la depuración del censo electoral, proceso que según el registrador Nacional, Alexander Vega, se adelantará de cara a los comicios del 2022.
La jornada de votación ahora se extenderá hasta las 5 p.m. y habrá nuevas medidas para revisar el preconteo de los sufragios en cada una de las mesas por parte de los partidos políticos.
La publicación de las encuestas quedará prohibida ocho días antes de las elecciones y se regula la actuación de las firmas encargadas de hacer los sondeos.
La modalidad del voto será únicamente presencial y se descarta por completo la posibilidad de sufragar por internet o de manera remota. Se acoge el voto mixto (físico y electrónico) a partir del 2023 con un completo sistema de veeduría.
Se implementará el sistema de biometría y autenticación para evitar la suplantación de los ciudadanos en todo el proceso electoral.
El senador Armando Benedetti, coordinador ponente, indicó que el Código lo que hace es modernizar las normas para garantizar que los procesos electorales sean más transparentes.
“Lo que se ha hecho con el Código Electoral es modernizarlo a la tecnología. Se aprobaron las modalidades de voto que pueden ser electrónico, físico o de forma mixta. En el caso de los jurados los vamos a elegir de forma diferente, se acabará la trashumancia porque las personas podrán votar cerca de donde viven, habrá un software especial y habrá auditoría en tiempo real por parte de los partidos”, indicó.
El senador Fabio Amín, uno de los ponentes, explicó que la gran mayoría de los artículos fueron consensuados con todos los sectores.
“No modulamos ni interpretamos, no se combinaron textos, se acogió lo aprobado en Cámara o en Senado en su totalidad, sin ningún tipo de modulación”, sostuvo el legislador.
Sin embargo, la oposición votó negativamente el informe de conciliación, advirtiendo que el proyecto no da solución a los problemas de transparencia que tiene el sistema político colombiano y se abre la puerta para que haya contratación a dedo.
La senadora Angélica Lozano indicó que “introduce en Colombia graves riesgos para la intimidad, la seguridad, el habeas data y la misma valoración del secreto del voto. Creemos que invocar la seguridad nacional para que no haya acceso a las auditorías y observaciones es un retroceso, al igual que la posibilidad de la contratación directa».
El senador Berner Zambrano indicó que es un error de la oposición no apoyar esta iniciativa, que tiene muchas ventajas.
“El hecho mismo de la depuración del censo vale la pena, el hecho de terminar con esa trampa de la trashumancia vale la pena y la profesionalización de los registradores, que antes eran técnicos y ahora pasan a ser profesionales, eso es bueno”, sostuvo.
Este nuevo Código Electoral ahora quedará en manos de la Corte Constitucional, que deberá examinarlo antes de que sea enviado a sanción presidencial.