Una de las propuestas planteadas por el presidente electo, Gustavo Petro, es adelantar un ‘revolcón’ al Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (Esmad), creado en 1999 con el objetivo es enfrentar disturbios o manifestaciones violentas.
No obstante, algunos analistas consultados por RCN Mundo aseguran que el Estado no puede quedarse sin la capacidad de disuasión.
Andrés Nieto, analista de seguridad de la Universidad Central, aseguró que «parte de la reforma de la policía requiere de una mesa abierta de todas las partes. Muchos analistas dicen que sí, pero la reforma se debe hacer con ellos y no contra ellos; es decir, siempre con la Policía y siempre trabajando de manera pacífica”.
“Sin duda alguna el Esmad, cómo fue creado tiene, una ventaja y es que no es una fuerza no letal si no una fuerza de control. Quizá hay que mejorar los mecanismos de actuación, eso sí es cierto, lo que permita que se cumpla con un protocolo que está establecido en una resolución puntual que habla del uso de la fuerza en estos procesos”, recalcó.
Nieto aseguró que “es hablar de cómo se deben usar las diferentes armas que en este caso deberían ser siempre no letales, pero depende de cómo se use. Ahí debe estar el ojo del huracán”.
Néstor Rosania, investigador y corresponsal de conflictos armados, sostuvo que “acabar el Esmad no soluciona el problema de fondo, porque finalmente la policía tendría que construir un nuevo grupo antimotines”.
“El Estado colombiano no se puede quedar sin esa capacidad de enfrentar y disuadir cualquier tipo de violencia urbana. El problema de fondo es el tema de los derechos humanos que ha sido el talón de Aquiles del Esmad”, indicó.
Por ende, Rosania expresó que “lo que hay que hacer es crear una serie de metodologías, protocolos y herramientas que permitan que el Esmad modifique y regularice el uso de la fuerza, tener más herramientas para poder identificar rápidamente a los policías que están violando los derechos humanos y están transgrediendo la ley”.
El Escuadrón Móvil Antidisturbios fue creado en 1999 durante el gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana y su objetivo era enfrentar disturbios o manifestaciones violentas que se presentaran en las diferentes ciudades del país.