La policía de Estados Unidos reforzó la seguridad en Washington luego de que los servicios de inteligencia descubrieran un «posible complot para irrumpir en el Capitolio» el jueves, lo que llevó a la Cámara de Representantes a anular su sesión de ese día.
Miembros del movimiento conspiracionista QAnon, que jamás aceptó la victoria electoral de Joe Biden, consideran que el 4 de marzo Trump debe ser investido para un segundo mandato.
«Hemos obtenido información de inteligencia que muestra un posible complot para irrumpir en el Capitolio, por parte de una milicia identificada, el jueves 4 de marzo», dijo este miércoles en Twitter la policía del Capitolio.
«Ya hemos realizado importantes mejoras de seguridad» después del asalto contra el Congreso del 6 de enero, agregó la fuerza.
El cuerpo de seguridad añadió que está «alerta y preparado para cualquier amenaza potencial hacia los miembros del Congreso o hacia el complejo del Capitolio».
Funcionarios de la Cámara de Representantes indicaron que los miembros de esa asamblea no acudirán el jueves al hemiciclo. La votación prevista sobre un proyecto de reforma de la policía y otro sobre los derechos de voto tendrá lugar el miércoles por la tarde.
Durante la presidencia Trump, el grupo QAnon impulsó la idea de que el republicano salvaría al mundo de las élites corruptas y pedófilas.
Miembros autoproclamados de esa organización estuvieron entre los manifestantes del 6 de enero, que protestaban por un supuesto fraude en la elección presidencial en la que Trump resultó derrotado por Joe Biden.
Cinco personas, incluido un policía del Capitolio, murieron durante al asalto del 6 de enero. Más de 270 personas están siendo investigadas por su participación en esa asonada, según el FBI.
Acusado de «incitación a la insurrección» por haber instado a sus partidarios a marchar ante la sede del Congreso, Trump fue absuelto por el Senado el 13 de febrero.
Amenazas más grandes
Lo que no está claro es si la amenaza se queda en mera palabrería online de los extremistas o si se convertirá en acción con grupos que se dirijan a Washington para provocar problemas.
El jefe de los servicios de protocolo y seguridad en el Congreso, Timothy Blodgett, envió un mensaje a los congresistas el lunes informándoles que estaba trabajando con la policía para estudiar la información «relacionada con el 4 de marzo y las posibles manifestaciones en torno a lo que algunos llaman ‘el verdadero día de la investidura'».
Aunque el demócrata Biden fue investido el 20 de enero, activistas de QAnon, en un número difícil de estimar, creen que Trump volverá al poder el jueves.
«La importancia de esta fecha aparentemente ha disminuido entre diferentes grupos en los últimos días», subrayó, sin embargo, en un correo electrónico publicado por medios estadounidenses.
Hasta 1933, los presidentes estadounidenses tomaron el poder el 4 de marzo, y no el 20 de enero como ocurre actualmente.
No obstante, la Oficina Federal de Investigación y el Departamento de Seguridad Nacional consideraron la amenaza lo suficientemente grave como para emitir un boletín conjunto el martes por la noche en el que se advertía de posibles disturbios los días 4 y 6 de marzo.
Aunque no hay evidencia de que que el expresidente republicano pueda volver al poder en esos días, su Trump International Hotel de Washington parece dispuesto a sacar provecho de la desinformación.
Las tarifas de las habitaciones de la propiedad de Trump figuran en su sitio web a 1.331 dólares para la noche del miércoles y el jueves, casi el triple de la tarifa de 476 dólares publicada para cada día desde el sábado hasta finales de marzo.
Trump jamás aceptó el resultado de las elecciones ganadas por el demócrata Biden por considerarlas fraudulentas aunque no presentó pruebas de ello.
El asalto al Capitolio generó una polémica nacional sobre la falta de preparación de las fuerzas de seguridad y el Congreso lo está investigando.
El FBI afirma que los casos de extremismo doméstico han aumentado considerablemente en los últimos años, sobre todo por parte de grupos o individuos que propugnan la supremacía blanca.
Jill Sanborn, un alto funcionario del FBI encargado de la lucha contra el terrorismo, dijo ante el Senado que se espera que «extremistas violentos inspirados en causas raciales o étnicas, antigubernamentales o antiautoridades, así como otros extremistas domésticos que defienden causas políticas, representen probablemente las mayores amenazas de terrorismo doméstico en 2021 y, sin dudas, en 2022».