
Un estero se secó en la finca El Hatico, ubicada en Campo Alegre (Orocué), poniendo en grave riesgo a la fauna que habitaba el lugar. En respuesta, el equipo de Gestión del Riesgo en coordinación con Corporinoquia, la Alcaldía de Orocué, Bomberos y campesinos de la región, llevó a cabo una misión de rescate.
En total, fueron rescatados 270 galápagas y 3 babillas, que posteriormente fueron liberadas en el caño El Duya, un afluente del río Meta que les garantiza mejores condiciones para su supervivencia.
Carlos Uriel Rodríguez, campesino que reportó la emergencia, resaltó la importancia de proteger la fauna: “Los animales dependen de nosotros, y debemos actuar con responsabilidad para cuidarlos”. Por su parte, Uriel Rincón, otro participante en la misión, expresó con orgullo: «Estoy contento por haber podido devolverle la vida a más de 10 galápagas con mis propias manos”.