Desde hace 500 años, el Estado monarca español no visita la isla.
El rey Felipe VI y la reina Letizia viajan mañana a Cuba para iniciar la primera visita de Estado de un monarca español a ese país caribeño en 500 años.
El viaje, cuestionado tanto por la oposición española como la disidencia cubana, incluirá encuentros con el presidente del país, Miguel Díaz-Canel, y otras autoridades, pero no con anticastristas.
El medio siglo de la fundación de La Habana que se conmemora este mes propició que finalmente se vaya a realizar este viaje de los reyes justo al día siguiente de las elecciones generales en España.
Este viaje oficial ha sido cuestionado por la oposición de derecha, por considerar que contribuye a avalar el régimen cubano, crítica que coincide con la de algunos grupos de disidentes de la isla, pero que el ejecutivo rechaza y enmarca en el aniversario de la capital cubana.
Los actos centrales de esa conmemoración serán el 16 de noviembre y contarán con la presencia de líderes como el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el de Nicaragua, Daniel Ortega.
En esa fecha los reyes ya no estarán en Cuba y, según fuentes diplomáticas, más allá de que se haya evitado la foto con ellos, la visita real (con actos en La Habana y Santiago de Cuba) se ha querido realizar unos días antes para darle un perfil propio debido a su carácter histórico e institucional.
Además subrayan que el viaje «no es una manifestación de apoyo a nada» sino una normalización de relaciones con un miembro de la comunidad iberoamericana con el que había una «anomalía».
Felipe VI y la reina Letizia saldrán el lunes de Madrid y llegarán ese mismo día a la capital cubana, pero no iniciarán su agenda oficial hasta el día siguiente, 12 de noviembre, cuando el presidente, Miguel Díaz-Canel, les dará la bienvenida en la sede del Consejo de Estado.
En ese mismo lugar les ofrecerá una cena oficial con unos 150 invitados, y al día siguiente serán los reyes los que inviten al presidente y otras autoridades cubanas a una cena en el Palacio de los Capitanes Generales.
No habrá ningún encuentro con disidentes del régimen cubano, pero sí una reunión con representantes de la sociedad civil de la isla para conocer también su visión.
Aunque no se ha hecho público quienes estarán presentes en esa conversación, fuentes diplomáticas apuntan que habrá, entre otros, intelectuales, cuentapropistas y periodistas independientes.
La agenda oficial incluye el día 12 una ofrenda floral ante el memorial de José Martí y, junto a Díaz-Canel, la firma del Acuerdo Marco de Cooperación País, que marca la hoja de ruta de la cooperación bilateral.
Los reyes visitarán en el Gran Teatro de La Habana la exposición de la Agencia Efe e Iberia sobre la historia gráfica de España y Cuba, y asistirán a una gala de danza en la que se rendirá homenaje a la bailarina y coreógrafa cubana Alicia Alonso, fallecida el pasado mes.
Además, la reina se trasladará a la escuela-taller Gaspar Melchor de Jovellanos, fundada en 1992 con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional.
El 13 de noviembre los reyes recorrerán La Habana Vieja y se detendrán en lugares como la Plaza de Armas, el Palacio de Segundo Cabo y el Palacio de los Capitanes Generales.
En este edificio se condecorará al historiador Eusebio Leal con la Gran Cruz de Carlos III y se entregará a la ciudad un repostero con el escudo de La Habana hecho en la Real Fábrica de Tapices.
Ofrecerán después una recepción a la colectividad española en Cuba a la que asistirán unas mil personas y el rey se verá a continuación con empresarios españoles con intereses en la isla para conocer los problemas de su día a día.
Aproximadamente 300 empresas españolas están instaladas en Cuba, sobre todo en el sector turístico, donde operan en régimen mixto con el Gobierno cubano el 70 % de las habitaciones.
La agenda de esa día se completa con su asistencia a dos presentaciones, el libro del español Javier Mariscal sobre los 500 años de La Habana y la obra «El Guardián», una figura de guerrero realizada por Xavier Mascaró.
En la última jornada, el 14 de noviembre, visitarán en el Museo de Bellas Artes y el Centro de Inmunología Molecular antes de trasladarse a Santiago de Cuba, donde las fuentes diplomáticas señalan que tendrá lugar el acto más emotivo del viaje, al rendir homenaje a los españoles caídos en 1898 en la guerra contra Estados Unidos.
Un homenaje similar habrá en la Loma de San Juan, donde dos días antes del hundimiento de la flota española hubo un encarnizado combate contra las tropas estadounidenses que precedió a la toma de la ciudad.