Un miércoles 11 de marzo de 1985, antes de que sucediera la toma del Palacio de Justicia y el desastre de Armero, hace 35 años, en un bus de Flota Sugamuxi llegó de Bogotá a Yopal.
El entonces joven Rubén Darío Venegas Rojas, sería el responsable de las noticias en la única emisora de la Intendencia: La Voz de Yopal, afiliada a Todelar en la frecuencia 1350 AM y 5050 SW.
El recién graduado de la Universidad Uninpahu quería ser Policía como su padre, quien murió siendo Rubén, muy joven y que prestó servicios como oficial de la institución.
La vida de «Rubencho» cómo le llaman en la vida cotidiana, ha sido de odios y amores. Muchos lo aprecian y valoran su trabajo periodístico lleno de arrojó y coraje. En cambio, otros sienten un total desacuerdo con su manera de ejercer el periodismo.
Con valentía y agallas ha hecho las denuncias más delicadas de corrupción e injusticia que a diario le toca conocer. Enfrentó las épocas más peligrosas para ejercer el periodismo de los grupos armados al margen de la ley, ya sea de izquierda o de derecha.
Llegó al terminal de La Estancia en la pequeña Yopal, dónde la mayoría de personas, casi todas raizales, caminaban en cotizas y otros descalzos luciendo orgullosos sus sombreros cuchillo en el cinto, una costumbre que ya casi no se practica por la modernidad.
Era alcaldesa Yamile Saad de Fonseca, intendente: Antonio José Gómez Corredor y obispo de la Diócesis Olavio López Duque(QEPD).
Un Uaz habano lo llevaría con maleta negra por las polvorientas calles destapadas hasta la Voz de Yopal en el teatro Cinema Casanare de la calle 9 No 22-75, a escasas 5 cuadras del paradero.
Luego de ser recibido por el gerente Pedro Socha y los consejos siempre maternales de Doña Martica Pérez de Socha, después de conocer las condiciones en que iba a trabajar, tomó su grabadora y agenda y salió a recorrer las dependencias oficiales y a empaparse de la situación de aquella apacible Intendencia donde no existía ni un metro pavimentado de su extenso territorio, tampoco se gozaba de la interconexión eléctrica.
La Fuente más cercana información en el comando de Policía intendencia de Casanare que quedaba a una cuadra de la emisora en la esquina frente a la Presentación.
Los municipios tenían que suplirse de plantas y alternar por días el suministro de la energía para los barrios.
Sin más instrucciones asumió las riendas del noticiero la Voz de Casanare junto a otro hombre grande de la radio y el periodismo, que inclusive llegó primero que él: Hernando Suárez Manrique, la voz oficial del noticiero, que 6 días después (marzo 17) obtendría licencia del Ministerio de Comunicaciones; requisito que se exigía para que los noticieros de radio y televisión pudieran funcionar.
En 35 años, Rubén Darío que ha visto crecer a Yopal y Casanare, es dueño de una memoria prodigiosa, como por ejemplo: saberse la fecha de cumpleaños de muchas personas en Casanare; Asimismo, de tener en la mente la fecha en que se produjeron los hechos más importantes en la historia regional y nacional.
De ser un pequeño pueblo de 20 mil habitantes a una gran ciudad… y Casanare, una intendencia olvidada por el Gobierno central con alguna incipiente producción petrolera, a ser hoy un departamento pujante, donde los hidrocarburos siguen siendo el renglón de mayores ingresos para el departamento.
No ha ocultado sus amistades con el poder, amigo de personajes controversiales y otros muy admirados varios de ellos ya fallecidos.
La lista la encabeza: Efrén Hernández Díaz, Ali de J Dalel Barón, Heli Cala López;
Gimber Chavez, Miguel Ángel Pérez Suárez, Juan Hernando Urrego, ex alcalde de Aguazul, asesinado por la guerrilla. Marco Tulio Ruiz, Jorge Prieto Riveros, Mauricio «El Paton» Jimenez; Luis Eduardo Castro, Nelson Ricardo Mariño, William Hernán Pérez.
También ha sido un acérrimo contradictor y crítico de muchos políticos y dirigentes; como es el caso del ex gobernador Raúl Iván Flores Chávez, con quién tuvieron por por años una enconada rivalidad. Personaje que cataloga como el peor gobernador que ha dirigido los destinos del departamento.
También ha llamado la atención sus posiciones críticas con la industria petrolera y cuando Casanare estuvo gobernado por funcionarios del Ministerio del interior ante las suspensiones de los gobernadores de turno.
De Rubén se puede decir que se le quiere o se le odia, según haya sido la forma como él haya afrontado el periodismo.
Por esa labor crítica, al año le «clavan» hasta tres y cuatro denuncias por «injuria y calumnia», argumentos que considera él son la respuesta y la retaliación del poder para amedrentar y callar a quienes se atreven a desenmascararlos y a exponerlos al mayor castigo: el señalamiento moral de la opinión pública; todo ante la inoperancia de la administración de justicia en la mayoría de los casos.
Rubén Darío es un hincha fiel de Millonarios, coleccionador de lapiceros que guarda celosamente en su maletín, escribe religiosamente en la agenda con tanta rigurosidad todas las noticias de forma cronológica.
Está felizmente casado y es padre de 2 hijas, le gusta bailar al son de las canciones de Los Melódicos y la Billos Caracas Boys y tiene una colección de música de antaño del género Vallenato.
Hasta el momento los más de 50 procesos en su contra que ha tenido en el ejercicio del periodismo, de todos ha salido airoso. Rubén ya conoce todos los juzgados y las diferentes fiscalías de Yopal.
En alguna oportunidad un empresario avivato lo demandó por haber advertido a coleadores y artistas de no embarcarse en un viaje a Nueva York, donde se haría la celebración del 20 de Julio, aparentemente por la embajada colombiana. Todo se trataba de una estafa para quedarse con la plata de los casanareños.
Eso sí cuando habla más de la cuenta no le ha quedado más remedio que prestar los micrófonos a sus críticos para que expongan su opinión de los hechos. En más de una ocasión han intentado agredirlo física y verbalmente por el alcance de sus denuncias.
En la época aciaga de los paramilitares tuvo que reunirse más de una oportunidad obligado, con cabecillas del grupo Autodefensas Campesinas de Casanare ACC. De igual manera, fue «invitado» a encontrarse con grupos de la guerrilla que operan en Casanare. Reconoce que nunca recibió malos tratos ni instrucciones para servir a los intereses de estos grupos.
Rubén Darío fue escogido para la liberación de dirigentes del momento, como fue el de Ramiro Barón en las montañas Chameza y Recetor. Este bogotano de nacimiento, pero casanareño por adopción; ha sido sinónimo de la Voz de Yopal.
No obstante, en un lapso de dos años estuvo acompañando a su gran amigo Gustavo puentes Álvarez, como periodista de Caracol Radio en Yopal, por allá en 1996, luego de un paso fugaz por el desaparecido Corpes de la Orinoquia, a donde fue a trabajar como jefe de prensa invitado por su director Reinaldo Venegas Rivera.
No le gustan mucho las redes sociales, escasamente tiene cuenta en facebook, pero poco escribe por allí.
No es amigo de las columnas de opinión qué tanto le piden los directores de periódicos que escriba, ni tampoco servir a ningún medio diferente del que se encuentra trabajando. No es partidario de tener dos patrones.
En alguna época fue el corresponsal de Caracol en Yopal pero esta experiencia no le pareció muy aleccionadora.
De Rubén Darío se pueden decir muchas cosas; pero de una si estoy seguro: Qué es el periodista más escuchado de Casanare. Cada mañana a las 7 am, todos los días miles de personas encienden la radio para saber qué va a decir Rubén Darío y cual será «el baldado de m….» que echará y con qué personaje se va a meter.
35 años no se celebran todos los días; esta entrada se volvió común y a los radios se les sube el volumen para saber a quién le «dará madera»… Rubén Darío, muy buenos días: ¿Cuál es la noticia más importante hoy en el departamento de Casanare?».
Por: Jorge Luis Ospina Macias.