Rusia afirmó este viernes haber prácticamente completado la primera fase de la intervención que comenzó en Ucrania el pasado 24 de febrero.
«En general, las misiones principales de la primera fase de la operación están completadas», dijo el jefe adjunto del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia, coronel general Serguéi Rudskói.
En el mayor parte militar ofrecido por la parte rusa desde el inicio de la ofensiva en Ucrania, Rudskói aseguró que las Fuerzas Armadas han bloqueado Kiev y Chernígov en el norte de Ucrania; Járkov en el este; Sumy en el noreste; y Mykoláiv en el sur.
También informó que la región de Jersón, en el sur, y la mayor parte de la región de Zaporiyia, en el sureste, están bajo pleno control de las Fuerzas Armadas rusas. Sin embargo, las fuerzas ucranianas negaron por su parte que Rusia haya logrado bloquear Kiev y Chernígov.
El Estado Mayor ucraniano señaló asimismo que «las tropas rusas tratan de mantener sus posiciones en los suburbios de Sumy y Járkov» y aumenta la presencia militar en el mar de Azov.
Nueva cifra de bajas militares
Por segunda vez desde el comienzo de la operación militar, Moscú ofreció este viernes sus bajas militares, al admitir 1.351 militares muertos y 3.825 heridos.
La nueva cifra es casi tres veces mayor a la que ofreció el Ministerio de Defensa ruso el pasado 2 de marzo, que ascendía a 498 caídos en combate. Mientras, los muertos en el bando ucraniano superarían los 14.000, según Rudskói.
De ellos, más de 7.000 habrían fallecido en combates en el Donbás, donde las fuerzas prorrusas controlan el 54 % del territorio de la separatista república popular de Donetsk y el 93 % de la república popular de Lugansk, según el mando militar ruso.
Ucrania, a su vez, contabiliza los muertos en las filas rusas en más de 16.100 militares.