Rusia llevó a cabo un tercer lanzamiento exitoso de su cohete espacial pesado Angara, el primero que desarrolló el país desde la caída de la Unión Soviética hace 30 años.
La agencia espacial Roscosmos anunció el lunes por la noche que el cohete de nueva generación Angara-A5 fue lanzado con una carga simulada desde Plesetsk, en el norte de Rusia.
Es el tercer ensayo exitoso de este cohete desde su viaje inaugural en 2014.
«Roscosmos felicita a las fuerzas militares espaciales y al conjunto de la industria del espacio rusa», dijo la agencia en un comunicado, indicando que el lanzamiento fue «exitoso».
El director de la agencia, Dmitri Rogozin, celebró el ensayo en Telegram con el mensaje: «¡Vamos, pequeño!».
El Ministerio de Defensa añadió que «todas las operaciones prelanzamiento y el lanzamiento del cohete Angara-A5 tuvieron lugar adecuadamente».
El último despegue de este tipo de cohete fue en diciembre de 2020.
Los cohetes Angara, bautizados en honor a un río siberiano que desemboca en el lago Baikal, son la primera familia de lanzaderas construida tras el colapso de la Unión Soviética.
Estos artefactos han sido diseñados para reemplazar los cohetes Proton, que se remontan a la década de 1960, y sufrieron una serie de fallos en años recientes.
El presidente Vladimir Putin confía en que estas nuevas lanzaderas reactiven la industria espacial rusa y reduzcan su dependencia de antiguas repúblicas soviéticas.
Sus responsables aseguran que los cohetes Angara son menos dañinos para el medio ambiente que sus predecesores porque están impulsados por oxígeno y keroseno en vez de heptilo, muy contaminante.
El programa espacial ruso mandó al primer hombre al espacio en 1961 y lanzó el primer satélite cuatro años después.
Pero desde la caída de la Unión Soviética en 1991, se ha visto plagado de escándalos de corrupción y otros contratiempos, como la pérdida de costosas naves espaciales y satélites en años recientes.