El expresidente de la República, Juan Manuel Santos, durante la primera Conferencia Internacional de Paz convocada para celebrar los cuatro años de la firma del Acuerdo en Cartagena, aseguró que prefiere guardar silencio, ante los ataques de un expresidente que, según él, está en campaña presidencial.
“Yo no voy a responder ataques de mis antecesores, sucesores y mucho menos de un expresidente que está en campaña presidencial (…); en este momento es mejor seguir ese consejo de la magistrada de los Estados Unidos que acaba de morir Ruth Bader Ginsburg, que decía que en ciertos momentos en la Corte Suprema como en el matrimonio, hay que hacerse los sordos y este es el momento apropiado para hacernos los sordos, ante ciertos ataques y dar en su lugar un mensaje de optimismo”, aseguró.
Santos se pronunció luego que el también expresidente Álvaro Uribe Vélez hubiese hablado de la desmoralización en la que se encuentran los miembros de las Fuerzas Militares.
“Inseguridad psicológica en muchos soldados y policías conduce a errores fatales. Santos minó moral de las FF.AA.; políticos contribuyen”, señaló.
La publicación de Uribe en su cuenta oficial de Twitter se dio luego de la muerte de Juliana Giraldo, mujer trans que falleció a manos de un soldado que disparó su fusil contra el vehículo en el que se movilizaba la víctima, en el municipio de Miranda, en el Cauca.
Uribe también aseguró que el “narcoterrorismo y la prohibición de combatirlo debidamente aumentan desmoralización” de los miembros de la Fuerza Pública y “afectaron la eficacia y transparencia”.
Por otra parte, durante su discurso, Santos reconoció que el presidente Iván Duque está comprometido con la implementación de los acuerdos de paz.
“Yo celebro que en esta semana en Naciones Unidas el presidente de Colombia ante el mundo entero reiteró algo que ha venido diciendo, que es su compromiso con la implementación de la paz, si eso se materializa es una coyuntura excepcional para unir al país, para tener puentes pese a que está muy polarizado. Es una oportunidad de oro, que deberíamos los colombianos aprovechar para una reconciliación verdadera”.
También agregó que “yo no tengo ningún afán de participar en política; estoy añorando a mi primer nieto hombre pero creo que el país tiene esa gran oportunidad para tener esos puentes y que la paloma de la paz siga avanzando en el territorio colombiano, que es lo más necesitamos”.
Entre tanto, Santos continuó destacando su encuentro con el Papa Francisco en septiembre de 2017, cuando estuvo en el país.
“Cuando el papa Francisco se fue de Colombia en su última visita se llevó la paloma de la paz y se la entregué diciéndole que esa paloma tenía que volar sola porque la paz no es la paz de un gobierno, de un presidente, es de todos los colombianos. Cuatro años después estamos viendo que esa paloma sigue volando y que nadie, a pesar de todos los intentos, ha podido detenerla y seguirá volando”, sostuvo.
También destacó el fuerte respaldo que ha recibido el acuerdo de paz de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de la comunidad internacional y dijo que eso ha permitido que siga en firme lo pactado.
“El Consejo de Seguridad de la ONU ha apoyado este proceso como nunca antes con otros procesos. No hay un evento desde la creación de Naciones Unidas hace 75 años que haya tenido tantas resoluciones unánimes de apoyo como el proceso de paz colombiano por parte del consejo de seguridad. La última fue ayer cuando se extendió el mandato de la misión de verificación. Hay un respaldo permanente de ese consejo de seguridad”, manifestó.
En su intervención también resaltó el papel de la Corte Penal Internacional (CPI) en el acompañamiento al sistema de justicia transicional.
“Este es un acuerdo que sigue generando un interés inmenso del mundo entero porque contiene una serie cláusulas que no se habían presentado en ningún otro proceso de paz, que lo hace sui géneris; hay múltiples universidades alrededor del planeta que están buscando que expliquemos, cómo fue que hicimos el acuerdo para replicarlo en otras situaciones. Esta semana el presidente de Afganistán está pidiendo una llamada para que le expliquemos algunos de los mecanismos que introdujimos en el acuerdo para poderlos replicar en su proceso de paz con los talibanes”, relató Santos.
Dijo que lo más importante es que las víctimas por primera vez, son el centro de la negociación, sus derechos a la verdad, a la justicia, a la reparación y no repetición.
“Este es el primer acuerdo en la historia donde un grupo insurgente negocia con el Estado una justicia especial y decide someterse a ella. Eso nunca había sucedido. Esa Justicia Especial de Paz está funcionando adecuadamente, otros dicen que con demasiada lentitud pero no olvidemos que el tribunal que menos se demoró en el mundo para emitir una sentencia, fue en Yugoslavia”.
En ese sentido señaló que el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, está cumpliendo el objetivo para el que fue creado.
Al mismo tiempo, el expresidente aseguró que es un logro del acuerdo de paz, que los antiguos comandantes de las Farc estén reconociendo que cometieron delitos en medio del conflicto armado interno, que azotó al país por más de 7 décadas.
“Hemos visto a los líderes de la guerrilla comenzar a reconocer sus delitos, algo que les pedía la comunidad nacional e internacional”, afirmó al destacar que Pastor Alape reconoció el reclutamiento de menores en medio de la guerra.
Santos aseguró que no es cierto que los excombatientes están retomando las armas y la violencia. “Hay que resaltar que la inmensa mayoría de los miembros de las Farc siguen en el proceso (…). No hay tal que los miembros de las Farc hayan vuelto a las armas como han dicho en una narrativa equivocada y perversa. Las llamadas disidencias o los desertores de las Farc que desde el principio sabíamos que estaban dedicados al negocio del narcotráfico siguen igual», dijo.
En ese sentido agregó que “desde el principio sabíamos que personajes como Gentil Duarte y Jhon 40 eran más narcotraficantes que guerrilleros (…); ellos no se acogieron y están reclutando jóvenes que no eran de las Farc. Entonces no es cierto que las Farc estén volviendo a las armas, la inmensa mayoría está en el proceso, incluso reconocido por el mismo gobierno”.
Santos reconoció que los asesinatos de líderes sociales, excombatientes de las Farc y las masacres, se han convertido en un obstáculo para la implementación de los acuerdos.
“El problema principal es el asesinato de líderes sociales y de antiguos integrantes de las Farc pero, se cuenta con unos instrumentos como la Comisión Nacional de Garantías que se supone debe ser presidido por el presidente de la República, con las comunidades a nivel nacional y territorial”, indicó.
Sin embargo, sostiene que la violencia armada aparece siempre al final de los acuerdos de paz y se deben tomar medidas para frenar este tipo de hechos.
Finalmente, dijo que el acuerdo de paz esta blindado y protegido por la comunidad internacional.