Esta importante intervención busca mitigar el riesgo de colapso del tubo que transporta agua a aproximadamente a 400 familias de las veredas Santa Rita y Las Enramadas, en el municipio de Hato Corozal.
La obra responde a la solicitud de la comunidad y tiene como objetivo reducir la socavación progresiva causada por el afluente, que ejerce una amenaza constante para la línea de conducción del vital líquido, en por lo menos 500 metros.
Durante una visita realizada este miércoles, ingenieros, líderes comunitarios y funcionarios evaluaron los avances de la obra. «Ya estamos dando cumplimento a lo requerido por los campesinos. Quedan algunos detalles, que se estarán culminando esta misma semana. No obstante, hemos recomendado a las veredas y al municipio, que el tubo debe ser reubicado 200 o 300 metros de la margen del río, esto como una solución definitiva ante la erosión fluvial y pluvial, es decir del río y de la lluvia», explicó Guillermo Velandia, director de Gestión del Riesgo en Casanare.