Una vez más se archivó en el Congreso de la República el proyecto de ley que prohibía el uso del glifosato para combatir los cultivos ilícitos en Colombia.
La iniciativa, que se hundió con nueve votos por el Sí y cuatro por el NO en la Comisión Quinta del Senado, planteaba que esta sustancia es peligrosa para la salud y la vida de los campesinos que habitan en zonas donde tradicionalmente se siembra coca.
El senador y ponente de esta propuesta, Guillermo García Realpe, lamentó que no hubiesen tenido las mayorías para sacar adelante la iniciativa e insistió en que se debe cambiar el modelo en materia de lucha contra las drogas.
“El narcotráfico ha sido un negocio de las élites políticas y económicas de Colombia, no de nuestros campesinos que son el eslabón más débil de toda la cadena de producción. El narcotráfico financió campañas presidenciales, ha comprado gobernaciones y alcaldías en Colombia, no los campesinos”, sostuvo el legislador.
Sin embargo, García Realpe indicó que la tendencia mundial está cambiando y es necesario hablar pronto de una nueva regulación en materia de lucha contra las drogas.
“Tarde o temprano va a haber regulación, yo no dogo legalización, pero sí regulación. La fumigación es un placebo, eso no causa ningún efecto y aquí se ha repetido. El gran argumento de la deforestación son los cultivos ilícitos y eso no es cierto, son los ganaderos que exportan ganado al Asia”, añadió.
También cuestionó los controles de la Fuerza Pública para combatir flagelos conexos como la deforestación a gran escala, sobre todo en regiones como la Amazonía, Orinoquía y algunos sectores del Pacífico.
“No hay controles rigurosos en aeropuertos como El Dorado de donde hace poco salió un avión ejecutivo con media tonelada de cocaína hacia Londres por ejemplo”, dijo.
Este proyecto de ley nunca ha podido prosperar en el Congreso de la República; no obstante, no se descarta que los partidos de oposición vuelvan a radicar esta propuesta en el próximo periodo legislativo.
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