El ministro de Ambiente, Carlos Correa , anunció este lunes que el Gobierno se fijó la meta, para el año 2022, de sembrar un millón de corales, la mayoría en la isla de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Los corales, grupos de animales marinos que son conocidos por su gran rol en los ecosistemas, que entre otras funciones, tiene el papel de convertirse en murallas que a su vez protegen a las regiones de las temporadas de huracanes, mencionó Correa.
En ese sentido, el Gobierno fijó el objetivo hasta el año 2022 de sembrar un millón de corales, con el fin de hacer también restauración de diversos ecosistemas afectados, en su mayoría, por las actividades humanas, como la sobrepesca y la contaminación.
«La puesta en marcha de esta estrategia significará una inversión inicial de 8.450 millones de pesos, entre los años 2021 y 2022, de los cuales el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible aportará $6.000 millones, en asocio con Parques Nacionales Naturales ($600 millones), Conservación Internacional Colombia ($600 millones), Corales de Paz ($250 millones) y $1.000 millones más de parte de otros aliados», comentó el Ministro.
Correa indicó que la mayoría de corales restaurados estarán en la Isla de San Andrés, Providencia y Santa Catalina que alberga el 77% de los corales del país. «Adicional, Colombia tiene la tercera barrera coralina más importante del mundo. Este es por eso, un proyecto importante a nivel mundial», sostuvo.
Mencionó que también habrá restauración de corales en el Pacífico y otras regiones del Caribe colombiano.
¿Dónde harán la siembra de los corales?
En el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina se intervendrán las áreas coralinas Distrito de Manejo Integrado del Área Marina Protegida Seaflower y el Parque Nacional Natural McBean Lagoon; otras se ubican en la zona continental: Parque Nacional Natural Tayrona y Bahía de Taganga (Magdalena).
También en el Parque Nacional Natural Corales del Rosario y San Bernardo, Isla Barú, Isla Palma e Isla Fuerte (Bolívar); Rincón del Mar (Sucre); Santuario de Fauna Acandí, Playón y Playona (Caribe chocoano); en el Pacífico, el Parque Nacional Natural Utría (Chocó), y el Parque Nacional Natural Gorgona (Cauca).
Otras áreas, tanto en el Caribe como en el Pacífico, podrán ser incorporadas, especialmente en La Guajira, Córdoba y el Urabá antioqueño.
¿Cómo se hará?
Según el Ministerio de Ambiente, «en cada área coralina se emplearán al menos dos técnicas, derivadas de la jardinería de corales: el cultivo de corales en cuerdas y mesas, y la micro fragmentación. La primera permitirá emplear corales de oportunidad (naturalmente fragmentados) y el stock (coral en el hábitat) ya disponible en las diferentes áreas coralinas, como semilla. La segunda facilitará la generación de miles de pequeños fragmentos de corales, a partir del cultivo y del fragmento de oportunidad, que pueden ser trasplantados directamente sobre el arrecife».
Además, se espera construir «al menos 40 nuevos viveros de cuerdas y mesas para generar 100.000 fragmentos de especies ramificadas; con la micro fragmentación se producirán los otros 900.000 fragmentos que incluyen corales masivos».
La iniciativa tiene como aliados estratégicos a la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina), la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique), la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag).
Así como la Corporación Autónoma Regional de Sucre (Carsucre), la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Urabá (Corpourabá), el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), la Fundación Malpelo, escuelas y centros de buceo, las ONG locales, organizaciones de pescadores artesanales y la academia.
«En 2050 se prevé no tengamos corales»
El director de Conservación Internacional Colombia, Fabio Arjona, dijo que «nadie en el planeta había emprendido una iniciativa como esta, muy necesaria porque, de no restaurar los corales, es posible que en 2050 no contemos con ellos”.
Y añadió: “establecer un millón de fragmentos de coral en dos años constituiría el más robusto programa de restauración. Tenemos la experiencia, contamos con la capacidad científica de personas que pueden hacerlo. Hay una robustez institucional en Colombia y una decisión del Gobierno para este programa de restablecer un millón de corales en la década de la restauración. La naturaleza no necesita de las personas, las personas necesitan de la naturaleza para sobrevivir». manifestó Arjona.
Parece roca y se comporta como planta
Phanor Montoya, director de Corales de Paz, sostuvo por su parte que para Colombia los arrecifes coralinos son un sistema estratégico porque buena parte de la economía en las comunidades locales depende de este ecosistema para su subsistencia y seguridad alimentaria.
“Los arrecifes coralinos son un ecosistema estratégico para el planeta, no solo albergan una de cada cuatro especies que encontramos en los océanos, sino que además le dan a la economía del mundo más de 370 billones de dólares al año. Esa suma proviene principalmente de la recreación, los servicios de protección costera y la producción de alimentos. Los arrecifes de coral son una estructura que cambia las condiciones del mar, del fondo de los océanos; está compuesta por muchos corales, y un coral es un animal muy particular porque parece una roca y se comporta como una planta; esa es la belleza que tienen. Generan mucho hábitat y, por ende, muchos recursos, beneficios y servicios para la humanidad”, explicó Montoya.
Foto: Parques Nacionales.