Al filo de las 8 de la noche en Israel, se empezaron a escuchar sirenas en ciudades del norte y centro del país como Haifa, Jerusalén y Tel Aviv, su capital. Se trató de unos 180 misiles balísticos que Irán lanzó hacia el país judío como represalia hacia asesinatos de importantes líderes de las milicias de Hamás y Hezbolá en el Líbano, dos grupos rebeldes, enemigos de Israel, que han sido apoyados y financiados por Teherán.
En Tel Aviv se encontraba la colombiana Leidy Álvarez, quien emigró hacia Israel hace varios años para trabajar y cuidar a su abuela. La colombiana estaba haciendo compras mientras se preparaba para celebrar el fin del año judío junto con su familia cuando fue alertada por las sirenas del ataque iraní.
«A las 5:30 dieron el aviso de que iban a ser 12 horas muy fuertes, pero la verdad pensamos que se iba a demorar un poco, pero estaban sonando demasiado las alarmas en el norte, estaba horrible, suena una tras de otra», afirmó en el noticiero de Al Mediodía de RCN Radio.
La mayoría de las advertencias sonaban con más ahínco en el norte del país, que está geográficamente más cercano a Irán, mientras que en el centro, donde está la capital, las advertencias fueron menores.
«Llega un momento en que es de verdad muy angustiante. Además porque las paredes suenan tan duro cuando impacta la Cúpula de Hierro (sistema de defensa aéreo de Israel) que suena demasiado y las paredes suenan, entonces es caótico», agregó.
La mayoría de los cohetes iraníes fueron no solo por la defensa israelí sino por sistemas estadounidenses y de Occidente que ayudaron a repeler los ataques. Tan solo se reportaron dos heridos y algunos daños estructurales.
En abril, Irán ya había lanzado una andanada de unos 300 cohetes misiles balísticos contra Israel que fueron repelidos con la colaboración incluso de países árabes como Jordania y Egipto.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely