El hombre acusado del asesinar con arma de fuego al ex primer ministro japonés Shinzo Abe, el pasado 8 de julio, será sometido a un examen psiquiátrico para determinar su responsabilidad penal en el crimen, según informaron este sábado los medios de comunicación locales.
El sospechoso, Tetsuya Yamagami, de 41 años, fue detenido justo después de disparar a Shinzo Abe dos veces con un arma que fabricó, en pleno mitin electoral previo a las elecciones del Senado en Nara, en el oeste de Japón.
El viernes, el tribunal del distrito de Nara aprobó una solicitud de los fiscales para que Yamagami se someta a un examen psiquiátrico. El interrogatorio del sospechoso se detendrá durante este periodo, según la prensa.
En Japón, un sospechoso puede permanecer bajo custodia policial y ser interrogado hasta 23 días sin ser acusado formalmente.
Según la policía, Yamagami declaró que disparó contra Abe porque creía que el ex jefe de gobierno estaba ligado a la Iglesia de la Unificación, un movimiento religioso de origen surcoreano conocido también con el nombre de «secta Moon».
La madre de Yamagami, un exmilitar, habría hecho grandes donaciones a ese movimiento religioso y su hijo atribuye a eso las dificultades financieras de su familia. Según la Iglesia de la Unificación, Abe «nunca» fue uno de sus miembros o asesores.
Según el gobierno, el próximo 27 de septiembre será el funeral de estado para el asesinado ex primer ministro. La ceremonia se efectuará en el Nippon Budokan de Tokio, un espacio amplio que ha albergado conciertos y eventos deportivos, y que fue utilizado en el último funeral de estado japonés en 1967.
El portavoz gubernamental Hirokazu Matsuno indicó que el historial de Abe como el primer ministro más longevo de Japón, sus realizaciones y sus vínculos con líderes extranjeros hacen que el sitio sea apropiado.
Sin embargo, la celebración de un funeral de estado generó críticas entre partidos de oposición que cuestionaron el uso de fondos públicos en un evento para un dirigente político.
Un grupo de activistas pidió a un tribunal de Tokio ordenar la suspensión del funeral, aunque el gobierno señala que no ve el evento como una forma de promover una posición política.
Fuente: AFP – RCN Radio