Un juez estadounidense suspendió la ejecución de Lisa Montgomery, horas antes de convertirse este martes en la primera mujer a la que las autoridades federales aplican la pena capital en casi 70 años.
A Montgomery, de 52 años y encarcelada en Indiana, se le debía suministrar una inyección letal el martes por la noche, 16 años después de matar a una mujer embarazada para robarle su feto.
Pero el juez James Hanlon del distrito sur de Indiana ordenó el lunes la suspensión de la ejecución a petición de los abogados de la mujer. Los letrados justifican su pedido en la salud mental de su clienta.
«Las informaciones presentadas (…) contienen muchas pruebas de que el estado mental actual de Montgomery se aleja tanto de la realidad que le impide comprender racionalmente el motivo del gobierno para su ejecución», justificó el juez.
El magistrado indicó que el tribunal fijará una fecha para otra audiencia destinada a evaluar su salud mental.
En 2004, Montgomery, incapaz de tener un nuevo hijo, identificó a su víctima, una criadora de perros, en internet y acudió a su domicilio en Misuri con la excusa de comprarle un terrier.
En su lugar, la estranguló, le abrió el útero, tomó el bebé -que sobrevivió- y abandonó a la joven de 23 años en un charco de sangre.
Sin negar la gravedad de su crimen, sus defensores pidieron la semana pasada clemencia al presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump.
Lisa Montgomery padece trastornos mentales fruto de violaciones en grupo durante su infancia, según los abogados, que pidieron al mandatario conmutar la pena capital por cadena perpetua.
Trump, un firme partidario de la pena de muerte, no respondió por el momento a la petición de la mujer, que debía convertirse en la primera ejecutada por las autoridades federales desde 1953.
Desde la reanudación en julio de las ejecuciones a nivel federal en Estados Unidos, tras 17 años de pausa, a diez hombres se les ha aplicado la pena capital en la prisión federal de Terre-Haute, donde cumple condena Montgomery.
La llegada de Joe Biden, opuesto a la pena capital, al poder el próximo 20 de enero podría aplazar por completo la ejecución de la mujer. El demócrata prometió trabajar con el Congreso para abolir la pena de muerte.