La quema de papeletas y ánforas en un colegio por parte de un grupo de electores en protesta por el retraso en el inicio de la votación alteró la normalidad de la jornada del referendo boliviano que definirá si el presidente Evo Morales puede volver a ser candidato en los comicios de 2019.
El incidente ocurrió en el barrio Las Hamacas de la ciudad de Santa Cruz donde, ante los medios de comunicación, decenas de personas prendieron fuego a boletas de votación nuevas y a las ánforas, mientras expresaban exaltados su temor a un fraude.
Los bolivianos votan este domingo a favor o en contra de una propuesta del oficialismo para cambiar el artículo 168 de la Constitución con el propósito de que se autoricen tres mandatos consecutivos, en lugar de los dos períodos actualmente permitidos.
De aprobarse la reforma, Morales y su vicepresidente, Álvaro García Linera, que gobiernan desde 2006, podrán ser nuevamente candidatos en 2019, para buscar un nuevo mandato hasta 2025.
Los ciudadanos de Las Hamacas denunciaron que llegaron temprano al colegio Carmen Ortiz y constataron que no se contaba con el material electoral requerido, aunque poco después funcionarios entregaron solo una parte de las ánforas dejando pendientes unas actas.
Una de las manifestantes dijo al canal Red Uno que quemaron las papeletas y ánforas ante la sospecha de que la demora en la apertura de las mesas electorales se debía a “un fraude que se está haciendo desde el Gobierno”, denuncia que fue descartada por el Ejecutivo.
Las autoridades electorales autorizaron que en ese colegio y otros donde se presentaron retrasos se inicie la votación al mediodía, tras atribuir los problemas a operaciones logísticas.
En otro colegio, un grupo de vecinos denunció haber encontrado papeletas marcadas por el sí a la reforma constitucional y acusó de la supuesta irregularidad a una notaria que se encontraba en el recinto y que tuvo que salir escoltada por la policía, aunque las autoridades no han aclarado si se encuentra detenida.
En una conferencia de prensa, el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, lamentó que en Santa Cruz se registraran problemas en 15 recintos electorales debido a que un camión que llevaba el material sufrió un desperfecto mecánico provocando los retrasos.
Romero rechazó las denuncias de un posible fraude y afirmó que la quema de materiales en la escuela Ortiz fue acordada “de buena fe” entre jurados electorales y los delegados de partidos debido a que ya tenían firmas para la apertura de la votación, pero esta no llegó a iniciarse.
De hecho, reconoció que hasta el momento de su conferencia aún no había comenzado la votación en el colegio Ortiz.
Al margen de ese foco de tensión y otros confusos pero menores incidentes en la misma región de Santa Cruz, la jornada del referendo transcurrió con tranquilidad en el resto del país.
Sin embargo, la población manifestó su temor y suspicacia hacia posibles fraudes a través de las redes sociales, donde hoy abundaron las denuncias y fotografías de posibles irregularidades.
Las misiones de observación electoral de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Organización de Estados Americanos (OEA) destacaron el clima pacífico que dominó la mitad de la jornada de la votación de forma general en Bolivia.
El jefe de la misión de la OEA, el expresidente de República Dominicana Leonel Fernández, dijo que en la votación en el referendo boliviano todo “ha transcurrido normalmente en paz”.
La misión desplegada por la Unasur valoró que la apertura de la votación “se haya desarrollado en un clima de absoluta tranquilidad” y exhortó a los ciudadanos a “participar masiva y pacíficamente”.
El presidente Morales emitió su voto en la localidad Villa 14 de Septiembre, en la zona cocalera del Chapare, que es el bastión sindical donde forjó su liderazgo político hasta llegar al poder.
“Mi deseo es que hoy día, de los 6,5 millones de bolivianos que participan en la modificación de la Constitución o en rechazo a la modificación haya un mayor porcentaje de participantes”, señaló.
En las elecciones generales de 2009 se registró una participación histórica de 95 % y Morales espera que hoy se alcance un 96 o 97 %, si bien estos altos porcentajes se explican porque en el país es obligatorio votar desde los 18 años y quien no lo haga se enfrenta a duras sanciones económicas y administrativas.
Desde el viernes también rige una ley seca, la prohibición de reuniones y fiestas, y para hoy también está vigente una restricción de circulación en vehículos y de viajes entre las regiones.
Según Romero, hasta el mediodía la Policía arrestó a 318 personas, la mayoría por trasgredir la ley seca, y detuvo a 470 vehículos por circular sin permiso oficial.
EFE