Con más de 81.000 muertes y casi 1,7 millones de contagios, Latinoamérica se ha convertido en el epicentro de la pandemia del nuevo coronavirus, declarada en marzo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la cual la OPS es la oficina regional.
«Brasil tiene el 23 % de todos los casos y el 21 % de todas las muertes en nuestra región y no estamos viendo que la transmisión se desacelere. Lo mismo ocurre en casi todos los países de América Latina y en algunos en el Caribe va en aumento», dijo Etienne.
Agregó que las áreas fronterizas donde los contagios se han disparado ya albergaban poblaciones vulnerables en términos de atención sanitaria antes de que estallara la COVID-19.
La falta de infraestructura de salud en la mayoría de las ciudades limítrofes, con reducida capacidad hospitalaria y de laboratorios, y los problemas de acceso afectan a los grupos indígenas, las comunidades en zonas remotas, los migrantes y las personas que se trasladan con frecuencia entre países por motivos familiares y laborales.
Pero ahora la pandemia «acentúa estas vulnerabilidades, y el aumento de la transmisión en estas áreas es motivo de gran preocupación y acción inmediata», dijo Etienne, insistiendo en la necesidad «más que nunca» de trabajo conjunto y cooperación regional.
En ese sentido, dijo que la OPS ha facilitado las comunicaciones bilaterales entre Venezuela y sus vecinos en la ciudad de Leticia, y entre el estado brasileño de Roraima y las regiones adyacentes de Venezuela y Guyana.
Además, la OPS trabaja con agencias de la ONU a lo largo de la frontera entre Haití y República Dominicana, una zona de especial inquietud, según Etienne.
«Seguimos atentos a la evolución de la situación en esa frontera en particular», dijo, advirtiendo que «se necesita una coalición mucho más amplia para abordar una posible crisis de salud» en Haití.
Texto realizado por Agencia Efe/ Artículo tomado de RCN RADIO.