Adoptar medidas de autocuidado para prevenir casos de accidente lonómico en el Departamento, causado por el contacto con la oruga venenosa del género Lonomia, recomienda la Gobernación de Casanare a través de la Secretaría Departamental de Salud a la población de los 19 municipios, especialmente a la residente en zonas rurales y áreas de concentración boscosa.
Se invita a la comunidad a evitar el contacto directo con estos animales y a informar ante la Entidad Territorial los sitios donde existe alta concentración de ejemplares de este género, para que el personal experto realice las actividades de captura y control de las orugas, que principalmente se agrupan durante el día en los troncos de los árboles. Es importante que la ciudadanía allegue una fotografía de la especie para poder identificarla.
El accidente lonómico causa síntomas como dolor intenso que se irradia al resto del cuerpo, malestar general, náuseas, dolor de cabeza, pequeños puntos de hemorragia o zonas de piel morada (equimosis) y sangrado en la piel, encías, orina, nariz o en las heridas.
En caso de contacto con la especie se recomienda buscar asistencia médica de inmediato, aplicar agua fría o hielo en el lugar del cuerpo con el que se tuvo contacto. No se recomienda aplicar en la zona afectada pomadas calientes o productos que generen calor local (gasolina, alcohol, entre otros).
En los casos más graves es necesario suministrar suero antilonómico, el cual se ayuda a gestionar a través del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias, CRUE, ya que no está disponible en el mercado nacional.
“El cuadro clínico que produce un accidente lonómico es similar al de una mordedura de serpiente, produce una anticoagulación en el cuerpo”, precisó Rodrigo Aldana Barbosa, Epidemiólogo del área de Zoonosis de la Secretaría Departamental de Salud.
Dentro de las medidas preventivas se incluyen, además, el uso de ropa de manga larga, sombrero, botas y guantes para realizar actividades de campo y observar cuidadosamente los troncos de los árboles, hojas, huecos, y frutos antes de tocarlos.
Las orugas se alimentan en la noche de las hojas de los árboles, especialmente de Lechero y Torcaso o Tórtolo, aunque también se han encontrado en árboles de Algarobo, Pomarroso, Mamoncillo y Tamarindo, como en Bejuco Jala para atrás. Éstas hacen parte de la fauna natural de los ecosistemas, por lo que no es recomendable extinguirlas o acabarlas, ni intentar tumbar los árboles donde generalmente las encontramos, porque podría inducirlas a cambiar a otras especies de árboles que crezcan con mayor cercanía a las viviendas de las personas.
Para los meses de junio a septiembre y de diciembre a febrero están dadas las condiciones para la reproducción de las orugas, según trabajos de tipificación que se han realizado en el Departamento.
“Tenemos dos épocas importantes, la transición de verano a invierno, en los meses de abril a mayo, y agosto y septiembre por el llamado veranillo; período en el que las mariposas nocturnas o polillas realizan su ciclo de metamorfosis: huevo, larva, pupa y adulto. En la fase de larva o gusano, si entramos en contacto, se puede presentar el accidente lonómico”, señaló el profesional.