La pandemia de coronavirus y las estrictas medidas que se adoptaron para hacerle frente su rápida propagación han causado una serie de reacciones en el comportamiento de las personas, que de un momento a otro tuvieron que cambiar su estilo de vida y volcarse a un confinamiento indefinido, algo que sin duda despierta malestar y ansiedad en medio de esta situación.
Estas sensaciones han despertado comportamientos en la salud mental de las personas, llamando la atención de las entidades de salud, quienes han alertado especialmente sobre la afectación que puede haber en niños, niñas y adolescentes en medio del confinamiento obligatorio.
Pues se considera que, durante el encierro, la población menor de edad es más vulnerable a despertar sensaciones de malestar emocional, estrés, retraimiento, enojo, agitación, dependencia, ataques de pánico y síntomas psicosomáticos, entre otros, ya que se encuentran en edades en que la comunicación, esparcimiento y las actividades al aire libre hacen parte de su desarrollo emocional.
Es por esto que, tras largos periodos de aislamiento, los menores de edad pueden presentar un estado de aburrimiento y desgano que puede trascender a comportamientos que alteran su buena salud mental. Teniendo en cuenta que estos trastornos, el Ministerio de Salud emitió una serie de recomendaciones para ayudar a mantener el buen estado en esta población.
Nubia Bautista, subdirectora (e) de Enfermedades No Transmisibles de Minsalud, explicó que dentro de los comportamientos se puede encontrar que desarrollan mayor dependencia de su padre, madre o cuidadores, “así que pueden sentirse molestos, ansiosos o temerosos si los adultos o alguien que conocen salen del aislamiento preventivo”.
En cuanto a los niños y niñas más pequeños, Bautista señaló que pueden presentar dificultades para identificar la noción del peligro o riesgo, por lo que en ellos se puede dificultar aún más el entender la situación, desarrollando frustración ante el aislamiento preventivo obligatorio.
“La evidencia muestra que, para los niños y niñas, la violencia y la vulnerabilidad se incrementa durante el tiempo de cierre de escuelas por la emergencia sanitaria, más aún si a eso se le suman el hacinamiento en casa, la convivencia junto con sus agresores y otras situaciones que pueden poner en peligro su integridad”, sostuvo.
En cuanto a los adolescentes, la experta indicó que tras varias semanas de aislamiento preventivo pueden presentar incertidumbre frente al futuro, pérdida de sentido de la vida y desesperanza, al igual que percepción de pérdida de los espacios sociales donde transcurren acontecimientos importantes y sencillos de su vida.
Desde el Ministerio se hizo una recomendación a las personas adultas que tienen a su cargo adolescentes, para que los motiven a realizar actividades virtuales culturales, al tiempo que tener el control en los tiempos de conexión a las redes sociales ya que “están hasta altas horas de la noche conectados y esto está impactando sus hábitos de sueño, lo que a su vez puede con el tiempo impactar su estado emocional”.
Recomendaciones para niños y niñas
– Redistribuya responsabilidades y tiempos para el cuidado de niñas y niños en el hogar.
– Es recomendable que la persona que labore fuera de casa establezca comunicación permanente con los niños y niñas mientras está afuera.
– Esté atento(a) y observe si el niño o la niña presenta nuevas reacciones o cambios en el comportamiento posterior a la salida de algunos integrantes de la familia.
– Recuérdeles permanente que esta situación es transitoria. Puede hablarse con ellos de las cosas que disfrutaban antes del aislamiento.
– Establezca rutinas de actividades cortas, variadas e interactivas.
– El uso del lenguaje propositivo es muy importante con los niños y niñas. Use Expresiones como “vamos a estar bien”, “ahora necesitamos cuidarnos en casa”.
– Es importante que los adultos acompañen a los niños durante la exposición a medios de comunicación, en ocasiones se enfrentan solos a noticias e imágenes para las cuales no están preparados.
Recomendaciones para adolescentes
– Reconozca las emociones que le genera esta nueva situación, acéptelas y converse sobre ellas.
– Reestructure sus planes y rutinas cotidiana e incorporé algunas actividades que venía realizando.
– Recuerde que puede hacer del aislamiento preventivo un tiempo creativo y productivo.
– Establezca y acuerde sus rutinas y espacios con los demás integrantes de la familia. Es importante determinar los tiempos para el autocuidado, para estudiar, descansar, comunicarse con los amigos(as), dialogar en familia y apoyar la realización de actividades en casa.
– Los padres y cuidadores deben recordar respetar su intimidad y generar una relación de confianza en la que el diálogo sea protagonista.