El 6 de marzo se reportó el macabro hallazgo de tres cuerpos sin vida en la ciudad de Puebla, México, envueltos en plástico, a un lado de la carretera a Santa Cruz Alpuyeca.
Acompañando la escena, yacía un mensaje claramente dirigido a extranjeros involucrados en el esquema de préstamos conocido como ‘gota a gota’, que dejaba entrever la brutalidad del crimen organizado y su disposición a “limpiar” la zona de aquellos que consideran indeseables.
A pesar de que se sospechaba que los cuerpos eran de ciudadanos colombianos, debido a que esa modalidad de préstamos se asocia en México con el país suramericano, no fue hasta que los familiares de las víctimas publicaron mensajes de lamento en sus redes sociales que se confirmó que eran de nacionalidad colombiana.
El comunicado encontrado junto a los cuerpos era una advertencia del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), declarando el inicio de una “limpieza” contra extranjeros implicados en robos y el esquema de préstamos ‘gota a gota’.
“Todo extranjero que venga a delinquir a Puebla así va a quedar”, afirmaba el mensaje, señalando una nueva fase en la lucha territorial y de influencias entre los grupos delictivos y aquellos que buscan operar bajo sus narices.
Aunque inicialmente no se confirmó la nacionalidad de las víctimas, la sospecha recayó sobre ciudadanos colombianos, dada la notoriedad de los “goteros” o prestamistas que operan bajo esta modalidad originaria de Colombia. Esta conexión fue posteriormente corroborada por familiares a través de redes sociales y medios locales en Ibagué, quienes identificaron a las víctimas como Luisa Fernanda Rodríguez de 27 años, Carolina Álvarez de 34, y Diego Álvarez, destacando que las dos mujeres eran pareja y que se acompañaban del hermano de una de ellas.
Los afectados, oriundos del barrio Yuldaima en la capital del Tolima, habían buscado un futuro fuera de su país natal, habiendo residido en Estados Unidos antes de ser deportados.
Su estancia en México, que culminó en tragedia, se había prolongado por varios meses, aunque sus actividades en el país permanecen envueltas en misterio, dado que la familia no ha confirmado ni desmentido su posible involucración en prácticas de préstamo.
Desde 2023, se ha sugerido la presencia de grupos criminales colombianos en Puebla, algo que las autoridades confirmaron indirectamente con el asesinato de un empresario local, presuntamente por deudas con prestamistas colombianos.
Mientras tanto, la comunidad de Ibagué se prepara para honrar la memoria de los fallecidos, aunque aún no se ha decidido si sus restos serán repatriados a Colombia para un último adiós.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely