El 8 de diciembre de 2020, en el brazo de la británica Margaret Keenan, de 90 años, se aplicó la primera vacuna contra la covid-19 en el mundo, hito que marcó el lanzamiento de la campaña mundial de vacunación, una carrera contrarreloj para atajar la pandemia del coronavirus.
Un año después, la mitad de la población mundial recibió al menos una dosis de la vacuna. Pero mientras los países ricos inyectan ya dosis de refuerzo, los más pobres han protegido a ínfimos porcentajes de su población.
Esta estridente desigualdad es uno de los principales puntos negros de esta campaña, salpicada también de controversias sobre los efectos secundarios aunque, son poco habituales, y por las protestas a la obligatoriedad de vacunarse en algunos países.
Uno de cada dos
Los británicos fueron los primeros en lanzar una campaña masiva, aunque países como Rusia o China ya habían comenzado a vacunar de forma limitada.
El Reino Unido usó principalmente entonces la vacuna AstraZeneca/Oxford, una de la veintena actualmente en circulación, desarrolladas todas ellas en un tiempo récord dado que el nuevo coronavirus se detectó por primera vez en China a finales de 2019.
Seguidamente, numerosos países desarrollados empezaron a vacunar en diciembre de 2020, en su mayoría con la vacuna de ARN mensajero del laboratorio Pfizer/BioNTech: Estados Unidos, Canadá y Emiratos Árabes Unidos el 14 de diciembre, Arabia Saudita el 17, Israel el 19, la Unión Europea el 27.
Un año después, más de la mitad de la población mundial (55 %) ha recibido al menos una dosis, es decir, más de 4.300 millones de personas. Y al menos un 44 % (3.400 millones) dispone de la pauta completa.
En total se han administrado 8.100 millones de dosis en el mundo. Además de AstraZeneca y Pfizer, las otras vacunas más usadas son las desarrolladas por los estadounidenses Johnson & Johnson y Moderna, las chinas Sinopharm y Sinovac y la rusa Sputnik V.
Países pobres rezagados
Aunque al menos desde junio de 2021, casi todos los países del mundo están inoculando, el ritmo es muy lento en la mayoría de países pobres, si no queda interrumpido por falta de dosis.
El mecanismo Covax, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar un acceso igualitario a las vacunas, entrega su primer cargamento a finales de febrero en Ghana.
Pero rivalizando con países dispuestos a pagar altos precios por su suministro, Covax no ha entregado más que 591 millones de dosis a 144 países o territorios, lejos de los 2.000 millones fijados como objetivo para 2021.
Actualmente, en los países de bajos ingresos (según la clasificación del Banco Mundial), solo se administraron 9 dosis por cada 100 habitantes. La media mundial es de 104 por cada 100 habitantes y en los países de ingresos elevados alcanza las 149 por 100.
África es el continente menos protegido, con 18 dosis por cada 100 habitantes. Burundi y República Democrática del Congo son los países menos vacunados, con 0,007% y 0,06% de la población respectivamente. Todavía hay dos países que no han empezado la inoculación: Eritrea y Corea del Norte.
Emiratos Árabes en primera posición
Entre los 50 países más vacunados, 39 son de ingresos elevados, con Emiratos Árabes Unidos en cabeza, con más del 89 % de la población inmunizada.
Detrás se sitúan Portugal (87 %), Singapur (86 %), Catar (85 %), Chile y Malta (84 %), Cuba (81 %), Corea del Sur y Camboya (80 %), España y Seychelles (79 %) y Malasia (78 %).
Aunque empezaron con muy buen ritmo de vacunación gracias a suministros privilegiados, un año después países como Reino Unido (68 %), Israel (67 %) o Estados Unidos (60 %) no figuran entre los más avanzados.
Dosis de refuerzo y vacunas a menores
Los países con ingresos elevados también figuran en cabeza de los 80 estados que han empezado a administrar dosis de refuerzo. Entre ellos figuran casi todos los países de Europa, América del Norte y el Golfo.
También la mayoría suministran dosis a los adolescentes (12-17 años) y, algunos como Estados Unidos, Canadá, Israel, Cuba, Emiratos, Camboya o Venezuela, a niños desde cinco o seis años.
En la Unión Europea, Austria se avanzó a mediados de noviembre a la agencia de medicamentos comunitaria que no aprobó hasta finales de mes la administración de vacunas de Pfizer a niños de cinco años.