Un carro bomba estalló el miércoles por la noche en una zona comercial de Quito sin dejar víctimas, en un hecho inusual en la capital de Ecuador, que sufre un fuerte embate de la violencia vinculada al narcotráfico.
El automóvil explotó a causa de la activación de «dos cilindros de gas con combustible, mecha lenta y aparentemente tacos de dinamita», dijo el director de Investigaciones de la policía, el general Pablo Ramírez, a la prensa hacia la medianoche del miércoles.
Los bomberos indicaron que «el incendio vehicular fue controlado» y que «no existen personas afectadas». La policía informó el jueves que está investigando informes sobre un segundo vehículo «incinerado» en Quito.
Horas después del primer incidente, Ramírez señaló que agentes detuvieron a varios kilómetros del sitio del estallido a seis personas, entre ellas una de nacionalidad colombiana, que tienen antecedentes por extorsión, robo y asesinato, y que estarían involucrados en el hecho.
«Tres de ellos fueron detenidos hace 15 días por el robo de un camión y secuestros extorsivos en diferentes puntos de la ciudad y fueron liberados con medidas sustitutivas», apuntó el jefe policial. Previamente, el presidente Guillermo Lasso expresó por la red X, antes Twitter, que «la Policía está levantando evidencias para determinar si se trató de un accidente o es un hecho provocado».
Los carros bomba en Ecuador
Este tipo de hechos es inusual en la capital ecuatoriana. En enero de 2018 se registró el estallido de un carro bomba en un poblado fronterizo con Colombia (norte) para atentar contra un cuartel policial, que dejó daños materiales y 23 heridos leves.
En los hechos del miércoles, el carro quedó destruido, según fotografías difundidas por la policía por la red X, en la que apuntó que «individuos habrían dejado abandonado el vehículo estacionado» y que se «habría encontrado con un artefacto de mecha lenta».
Dos ciudadanos «que se movilizaban en una motocicleta habrían lanzado líquido inflamable, que produjo la explosión del automotor, en cuyo interior existían 2 cilindros de gas«, añadió la institución, que confirmó que no se registraron víctimas.
La explosión se produjo cerca de un edificio donde funcionaban oficinas del organismo estatal a cargo de las prisiones (SNAI), que el miércoles trasladó a presos a otras penitenciarías para evitar enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes, que han protagonizado varias masacres carcelarias en el país, que dejan más de 430 reclusos muertos desde 2021.
Ramírez sostuvo que el traslado de presos «posiblemente sería» lo que motivó el estallido del coche bomba en ese sitio.
Guardias retenidos
Ante la guerra que sostienen organizaciones con nexos con carteles mexicanos y colombianos, Lasso decretó el 24 de julio el estado de excepción por 60 días para todo el sistema penitenciario de Ecuador, lo que le permite emplear a militares para el control de los reclusorios.
Bajo ese mandato, cientos de soldados y policías intervinieron el miércoles para buscar armas, municiones y explosivos en una cárcel localizada en la ciudad andina de Latacunga (sur), de las principales de la nación y uno de los escenarios de las matanzas entre presos.
En protesta por la intervención, presos de la cárcel de la ciudad de Cuenca (sur andino) retuvieron a guardias penitenciarios. «Los servidores retenidos están en buen estado», señaló el SNAI, sin precisar si ya fueron liberados.
La ciudad portuaria de Guayaquil (suroeste), la segunda de Ecuador, se ha convertido en un bastión de la violencia narco, que ha recrudecido con autos bomba, masacres carcelarias, cadáveres desmembrados y colgados de puentes, secuestros y extorsiones.
Bandas del narcotráfico, que usan los reclusorios como centros de operaciones, también se enfrentan en las calles, donde la tasa de homicidios subió al récord de 26 por cada 100.000 habitantes en 2022, casi el doble del año anterior.
Desde 2021, Ecuador, ubicado entre Colombia y Perú, los principales productores mundiales de cocaína, ha incautado unas 530 toneladas de cocaína.
Fuente: AFP – RCN Radio