La Policía de la ciudad brasileña de Paraty arrestó a Fernando Evangelista, acusado de homicidio e intento de feminicidio, por su responsabilidad en un incendio que provocó la muerte de tres niñas de entre 4 y 7 años de edad de las que era padrastro.
El sujeto fue detenido poco después de que los investigadores de la Policía Civil concluyeran que había sido el autor del incendio que desató el viernes y fue trasladado a una cárcel en la vecina ciudad de Volta Redonda para evitar que algunos habitantes de Paraty lo lincharan.
Los responsables por la custodia tuvieron que usar gas pimienta para espantar a los más exaltados que intentaron agredir al acusado en el momento en que era retirado de la comisaría de Paraty.
El padrastro de las víctimas será acusado formalmente de los delitos de homicidio triple calificado por empleo de fuego y por tener a menores de 14 años entre las víctimas, intento de feminicidio e incendio criminal, cuyas penas sumadas llegan a cerca de 100 años, informó la Policía Civil del estado de Río de Janeiro.
El incendio ocurrió en la mañana del viernes en una residencia de dos pisos en el barrio Ilha das Cobras de Paraty, un histórico y turístico municipio ubicado en el litoral sur del estado de Río de Janeiro.
Los cuerpos de las tres hermanas, identificados como María Alice de 4 años, Caua, de 5 años y María Clara de 7 años, fueron retirados de entre los escombros por los bomberos, que necesitaron más de una hora para controlar el fuego.
La madre de las menores, identificada como Dara de Almeida Santos de Souza, de 25 años, fue hallada con vida y sin quemaduras en otra habitación de la residencia, pero tuvo que ser ingresada de urgencia debido a los graves problemas que sufrió por la inhalación de los gases tóxicos, que la obligan a respirar con la ayuda de aparatos.
La mujer sigue en la clínica con pronóstico reservado y hasta ahora no ha sido informada de la muerte de sus hijas.
De acuerdo con la Policía Civil, Evangelista provocó el incendio que causó la muerte de sus tres hijastras y por poco la muerte de la mujer con la que convivía hacía menos de un mes.
Los investigadores establecieron que el acusado aprovechó el momento en que su compañera estaba tomando baño para colocar un colchón en la puerta de la habitación en la que dormían las menores al que le prendió fuego.
El acusado llegó a alegar ante la Policía que estaba trabajando en el momento del incendio, lo que fue desmentido, y a acusar a una de las hijas de su compañera de la tragedia, a la que consideraba demasiado traviesa.
Los siete testigos escuchados por los investigadores desmintieron las informaciones de Evangelista, que cayó en varias contradicciones en un segundo interrogatorio.
Los peritos también establecieron que el incendio fue intencional y no causa de un accidente, que el acusado tenía crisis de celos de su compañera y rechazaba a sus hijastras, y que había manifestado su deseo de vivir sin las niñas.