El fácil acceso a armas de fuego en Estados Unidos es un tema de debate en estos días en Estados Unidos por cuenta de los constantes tiroteos. Esta semana se conoció un caso que puede aportar a este debate, si bien no fue un tiroteo, sí evidencia que en los hogares de ese país es muy fácil que ocurran accidentes por la tenencia de armas.
El 26 de mayo, la policía acudió a la residencia de la víctima cerca de Orlando, en el centro de Florida, tras recibir una llamada de emergencia. A su llegada, los agentes comprobaron que una mujer, Marie Ayala, estaba haciéndole un masaje en el pecho a su esposo, Reggie Mabry, que había recibido un disparo.
El hombre de 26 años murió poco después en el hospital, y en un primer momento la policía pensó que se había suicidado, explicaron en primer lugar las autoridades locales.
No obstante, fue el mayor de los tres niños de la pareja, un niño de cinco años, quien informó a la Policía que era su hermano de dos años quien había disparado a su padre por la espalda.
El pequeño encontró la pistola en una bolsa que su padre había dejado en el suelo y le disparó mientras éste jugaba a un videojuego en un ordenador, según documentos judiciales.
Toda la familia, los padres, los dos niños y una niña de cinco meses, se encontraba en el único dormitorio de la vivienda cuando ocurrieron los hechos. Mabry y Ayala estaban en libertad condicional después de cometer delitos de negligencia infantil y de consumo de narcóticos, explicaron las autoridades.
Tras la muerte de su esposo, la policía arrestó a Ayala, de 28 años, por homicidio involuntario, tenencia de arma de fuego por parte de un delincuente condenado y violación de la libertad condicional.
Fuente: Sistema Integrado Digital con AFP – RCN Radio – Camilo Andres Jaime Osorio