Miles de niños siguen atrapados en campos de desplazados en Siria.
Casi 28.000 niños y niñas de sesenta países permanecen atrapados en el noreste de Siria, la mayoría de ellos en campos de desplazados, a causa de la escalada de la violencia tras la ofensiva que Turquía lanzó en la zona el pasado mes de octubre, denunció el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El incremento de la violencia en el noreste de Siria supone «una nueva urgencia para que los gobiernos repatrien a los niños extranjeros varados en la zona antes de que sea demasiado tarde», indicó en un comunicado la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.
«Sabemos que al menos diecisiete países ya han repatriado a más de 650 niños y niñas», señaló Fore, quien instó a los Estados que los acojan a que «puedan recibir el trato adecuado y estén a salvo de la violencia y los abusos».
Según las estimaciones de Unicef, de esos 28.000 menores, alrededor de 20.000 proceden de Irak y se encuentran en campos de desplazados en el noreste de Siria, en territorios bajo control de la autoproclamada administración kurdosiria.
Además, más del 80 % de estos niños tiene menos de 12 años de edad y la mitad de ellos son menores de 5.
La jefa regional de comunicaciones de la organización, Juliette Touma, dijo que, al margen de los menores iraquíes, el resto procede de sesenta países, incluidos quince europeos.
Detalló que hay niños de nacionalidad española, pero no quiso ofrecer la cifra exacta.
Touma puntualizó que la mayoría de los menores están actualmente en el campamento del Al Hol, en la provincia septentrional de Al Hasaka, donde fueron llevados la mayoría de los civiles que se encontraban en los últimos territorios controlados por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) cuando colapsó en marzo pasado.
De acuerdo con Touma, Unicef les proporciona agua y productos médicos.
No quiso vincular directamente a esos menores con las familias de combatientes del EI y explicó que Unicef considera que estos niños estuvieron «en zonas anteriormente controladas por grupos armados», sin nombrarlos.
El pasado 16 de octubre, la organización Save The Children afirmó que unos 350 hijos de miembros no iraquíes ni sirios de la organización extremista que estaban en campos en el noreste de Siria habían sido repatriados a sus países de origen en 2019 y aún quedaban 9.500 menores extranjeros.
Por otra parte, Unicef denunció que «cientos de miles» de niños sirios siguen atrapados en campos de desplazados y de detención en esta región del país, incluidos 40.000 que se han visto recientemente obligados a dejar sus hogares por la intervención turca.