La Corte Suprema de Justicia aceptó el desistimiento en la impugnación de la tutela presentada por la defensa del exsenador Álvaro Uribe Vélez con la que buscaba que no lo llamaran «imputado» en el proceso que se le adelanta por presunta manipulación y presión a testigos.
El abogado Jaime Granados Peña, quien defiende los intereses del exmandatario, había radicado la acción el pasado primero de febrero argumentando que se le habían vulnerado sus derechos procesales y a la legítima defensa. Esto al considerar que el juez de conocimiento había incurrido en una extralimitación al considerar que Uribe Vélez ya había sido imputado formalmente por los delitos de fraude procesal en actuación judicial y soborno.
Sin embargo, el mismo jurista retiró esta impugnación «indicando que tal desistimiento no estaba condicionado a la demostración de ninguna circunstancia en particular». La Sala Penal aceptó este desistimiento avalando los argumentos presentados y a la «inexistencia de vicio de consentimiento alguno en su manifestación».
Esta semana la Fiscalía General deberá definir si llama a juicio a Uribe o por el contrario solicita formalmente el archivo del caso.