Estados Unidos y Francia han evacuado a su personal de la embajada en Jartum, la capital de Sudán, mientras se intensifican los combates entre el ejército y los paramilitares en el país africano. La violencia que estalló el pasado 15 de abril ya ha dejado más de 420 personas muertas y 3.700 heridos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, decenas de miles de personas han sido desplazadas hacia otros Estados de Sudán o a los países vecinos, Chad y Egipto.
La operación de evacuación de Francia incluye a ciudadanos de otros países europeos y aliados. Por su parte, Estados Unidos ha suspendido temporalmente las operaciones de su embajada en Jartum y ha evacuado a cerca de un centenar de personas, incluidos varios diplomáticos, con ayuda de un helicóptero. Aún quedan cientos de ciudadanos estadounidenses en el país, cuya evacuación no está prevista «de momento», según un alto responsable del Departamento de Estado.
Turquía también ha anunciado que planea sacar a sus ciudadanos del país por vía terrestre o a través de un país tercero. Arabia Saudita fue el primer país en evacuar a sus ciudadanos el sábado, junto con otros de unos sesenta países. Todos llegaron a Yeda, una ciudad portuaria saudita a orillas del mar Rojo.
Los encarnizados combates entre las fuerzas del general Abdel Fatah al Burhan, gobernante de facto de Sudán desde el golpe de 2021, y su rival, el general Mohamed Hamdane Daglo, líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), no dan tregua y dificultan las labores de evacuación. Los enfrentamientos tienen lugar esencialmente en Jartum y en la región de Darfur, en el oeste del país.
Según el sindicato de médicos, los ataques ya han destruido o obligado a cerrar un «72% de los hospitales» en las zonas de combate. En las calles, los enfrentamientos han dejado sus huellas. Las farolas yacen en el suelo, mientras algunas tiendas incendiadas siguen sacando columnas de humo.
La situación en Jartum es desesperada para los civiles, que se sienten aterrorizados y refugiados en sus casas. Muchos salen sólo a buscar comida o para huir y temen un recrudecimiento de la violencia tras la salida de los extranjeros. Atrapados entre los combates, carecen de agua y electricidad, mientras las reservas de alimentos se van agotando. Las redes de internet y teléfono funcionan de manera intermitente.
El investigador Hamid Jalafallah ha pedido a los actores internacionales que no abandonen a los sudaneses sin protección. «Pedir corredores seguros para evacuar a los extranjeros sin pedir al mismo tiempo el fin de la guerra sería terrible», afirmó. «Los actores internacionales tendrán menos peso cuando hayan abandonado el país: hagan lo que puedan para irse con seguridad, pero no dejen a los sudaneses atrás sin protección», añadió.
Un ciudadano francés resultó hoy herido en un ataque contra el convoy de la Embajada francesa durante la evacuación de sus ciudadanos de Sudán tras más de una semana atrapados por el conflicto, informaron el Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). El Ejército sudanés acusó en un comunicado a las FAR de «atacar el convoy de la embajada francesa con disparos, lo que provocó su regreso y la interrupción del proceso de evacuación».
«Uno de los franceses resultó herido por la bala de un francotirador, además de atacar el cuartel general de la misión en Berri», indicaron las Fuerzas Armadas.
Fuente: Sistema Integrado de Información con AFP y EFE – RCN Radio – Juan Manuel Vargas Ovalle