Una insólita pesadilla fue la que vivió un hombre llamado Jeff Henigson, quien pasó más de la mitad de su vida pensando que se iba a morir, y al final todo terminó sienod un «error médico».
Todo empezó cuando Henigson tenia 15 años y se encontraba montando bicicleta. En ese momento, sufrió un accidente de tránsito, al ser atropellado por una camioneta, por lo que ingresó a cirugía en un hospital en el estado de California en Estados Unidos.
Pero nadie estaba preparado para escuchar lo que tenían que decir los médicos respecto a este joven. Jeff fue diagnosticado con un agresivo cáncer llamado astrocitoma anaplasico, que le daba una expectativa de vida no mayor a tres años.
Pasados 35 años, Jeff le contó su historia al periódico The Washington Post. El tipo de cáncer que le fue diagnosticado es tan letal, que es extremadamente poco probable que las personas que lo padecen excedan la expectativa de vida.
Es por esto que la BBC creyó que su caso era todo un milagro y decidió hacerle seguimiento a su caso. Lo que vendría después cambiaría la de Jeff para siempre.
A raíz del repostaje de la BBC, un neurólogo jubilado de Nueva Jersy, llamado Karl Schwarz, le mandó un mensaje a Jeff.
El neurólogo se especializó en las astroctimas anaplásicos, y le comentó que en sus 38 años de carrera solo había visto tres pacientes que habían sobrevivido más tiempo que el estimado por los médicos, adicionalmente en dos de los tres pacientes el diagnostico había sido erróneo.
Al contactarse para discutir su caso, el médico le comentó que había participado en un caso de diagnóstico erróneo donde el paciente sobrevivió más tiempo a pesar de los tratamientos contra el cáncer que lo afectaron permanentemente. El doctor Schwarz le reiteró lo inusual de su supervivencia y le dijo que el diagnóstico en sí debería ser revisado.
Posteriormente, Henigson compartió su historia clínica con el neurólogo. Este le contestó que el tumor nombrado en el informe era benigno y que no había necesidad alguna de someterse a quimioterapia o radiación.
La información suministrada por el medico dejó perplejo a Jeff, quien investigó si podría llevar un proceso legal por negligencia, pero el tiempo para hacerlo se había terminado hace más de 30 años.
El neurólogo le dijo a Jeff que su historia era igual de importante si el diagnostico era correcto o no; Por un lado, si lo era, Jeff Henigson era un “milagro de proporciones bíblicas”, pero si por el contrario el diagnostico era incorrecto, él era una advertencia en persona de que los patólogos también se equivocan.
Los tratamientos que recibió para luchar contra este supuesto cáncer, le dañaron la visón y la audición, además de las hormonas debido a la radiación cerebral. Las funciones pulmonares también sufrieron daños a causa de las quimioterapias, por ultimo Jeff desarrolló tejido cicatricial en el cerebro que posiblemente le causa ataques epilépticos.
Sin embargo Jeff Henigson, encontró calma tras saber la verdad de su diagnóstico, ya que vivía con el miedo de pensar que no superaría sus supuestas probabilidades de vida.