El gobierno uruguayo autorizó la llegada de un vuelo humanitario el jueves para evacuar a pasajeros australianos y neozelandeses del crucero anclado desde hace días frente a la costa de Montevideo, informó este martes la cancillería.
«El gobierno ha autorizado el aterrizaje y despegue de un vuelo chárter el día 9 de abril. Se trata de un avión médico contratado por la compañía de cruceros Aurora para repatriar a los pasajeros australianos y neozelandeses del crucero Greg Mortimer», señaló un comunicado de la cancillería.
El canciller Ernesto Talvi aseguró en Twitter que la operación es posible «tras intensas conversaciones y estrechísima cooperación con el gobierno australiano».
Más temprano, la naviera australiana Aurora Expeditions, propietaria del buque, había informado que los pasajeros australianos «probablemente volarán a casa jueves o viernes», agregando que se estaba buscando permiso del gobierno australiano para que los neozelandeses pudieran viajar en el mismo avión.
La compañía elevó además el número de contagiados con COVID-19 a 128, desde los 81 que había confirmado el lunes, y dijo que 89 dieron negativo.
Sin embargo, el gobierno uruguayo maneja la hipótesis de que todas las personas que viajan en el crucero están contaminadas, según dijo Talvi el lunes.
El Greg Mortimer, con bandera de Bahamas y más de 200 pasajeros y miembros de la tripulación a bordo, está fondeado a unos 20 km del puerto de Montevideo desde hace más de una semana.
Hasta ahora, el gobierno uruguayo solo permitió descender a seis pacientes con «riesgo de vida»: tres australianos, dos filipinos y una británica que están siendo atendidos en hospitales privados de Montevideo.
Avión sanitario
El AirbusA340 que realizará la evacuación ha sido reacondicionado para la tarea. «Está configurado con instalaciones médicas y se gestionará de acuerdo con el protocolo COVID-19 actual para garantizar la salud y seguridad de todos a bordo», informó Aurora Expeditions.
El avión llegará a Montevideo desde Portugal y volará a Melbourne con los pasajeros, que al llegar deberán realizar una cuarentena de 14 días en una instalación acondicionada para ese fin.
En el caso de los pasajeros europeos y estadounidenses que dieron positivo para coronavirus, la naviera indicó que «deben esperar hasta que tengan un resultado negativo de la prueba» para organizar su salida a través de Sao Paulo y luego a su destino final. Los que ya han dado negativo podrían ser evacuados en los próximos días, «sujetos a una segunda prueba y al permiso del gobierno uruguayo».
¿Contagio en Ushuaia?
El Greg Mortimer quedó varado mar adentro luego de que el Ministerio de Salud Pública y la Cancillería uruguaya le negaran permiso para desembarcar.
No obstante, un grupo de médicos y personal de laboratorio uruguayos subieron al barco el domingo para realizar hisopados y brindar asistencia médica.
Sebastián Yancev, uno de los 21 profesionales de la salud que asistió al buque, dijo que la alta tasa de contagio en su interior podría deberse a errores en las primeras medidas tomadas por el crucero, como aislar juntas a personas negativas con otras asintomáticas.
En cuanto al primer foco de contagio, opinó que es probable que se manifestara en Ushuaia, la ciudad austral argentina desde la cual el buque zarpó el 15 de marzo, desde donde tenía previsto dirigirse a las Islas Malvinas, a las Islas Georgias del Sur y después navegar por la costa de la Península Antártica.
«Parece que la tripulación en Ushuaia tuvo un descanso. Ellos mismos presumen que el contagio pudo haber sido en ese momento, porque en Ushuaia hay mucho trasbordo de pasajeros de muchas nacionalidades a diferentes buques», declaró Yancev a medios locales.
El equipo sanitario quedó en contacto telefónico con los pacientes positivos y realiza su seguimiento a distancia. Según Talvi, dos médicos venezolanos residentes en Uruguay quedaron a bordo del barco, contratados por la empresa australiana.
Texto realizado por Daniela Henao Cardozo / Artículo tomado de RCN RADIO.