Apenas habían pasado 3 minutos y los cerca de 7 mil fanáticos ya estaban coreando el primer gol de Llaneros. Una acción de juego muy rápida por el costado derecho con un pase magistral de Brian Urueña, para que el delantero Kevin Quejada definiera de pierna derecha a ras de piso ante la salida del portero.
De inmediato la euforia se apoderó de los aficionados y la alegría era evidente en los jugadores, cuerpo técnico y directivos que acompañaron con mucha expectativa el estreno en casa prestada.
Un primer tiempo con emociones en ambas porterías, aunque con mayores oportunidades para el equipo local; que pudo haberse ido con más goles al descanso, de no ser por la sobresaliente actuación del guardameta que se erigió como figura en esa primera parte.
En el segundo tiempo una reacción de Boca Juniors hizo pensar que lograría el empate por el ímpetu de su juego. Sin embargo, a medida que pasaban los minutos se diluyó su intención y Llaneros se hizo al control del partido.
A falta de 13 minutos del pitazo final, llega el segundo gol: De golpe de cabeza con dirección al primer palo ante cobro de tiro de esquina; Mario Álvarez selló la victoria que le da tranquilidad al técnico Martin Cardetti y le deja a Yopal, la satisfacción de haberle «dado una mano» al equipo de la media Colombia que habitualmente juega en Villavicencio.
Se notó una conexión especial del público con el equipo y seguramente el 17 de febrero, cuando enfrente al Cortuluá, que ahora se llama Internacional de Palmira, el estadio volverá a estar abarrotado de espectadores que se fueron con muy buen recuerdo del equipo que en 90 minutos demostró que tiene plantel y grandes aspiraciones de pelear por el título.
Llaneros Fútbol Club es un conjunto que exhibió buen trato de la pelota, ordenado en la salida, con variables que le permiten sortear los planteamientos ultra defensivos de los rivales como en este caso el de Boca Junior.
Una zona media con jugadores talentosos dónde sobresale Brian Urueña, quien es indudablemente el lanzador más preciso del equipo y el que le pone la pausa en esta parte del terreno de juego.
Llama la atención de Urueña, que juega muy bien pegado a la banda como carrilero indistintamente por ambos costados de la cancha y no como volante creativo por todo el centro de la cancha es cómo actúan los jugadores con el 10 en su casaca. En lo que tendrá que mejorar es en la intensidad del juego de conjunto, ya que por momentos se hace intermitente y otorga oportunidad al rival de apoderarse de zonas claves como el medio campo.
Boca Junior mostró en este partido un equipo joven y en periodo de construcción, que en el segundo tiempo no planteó argumentos en el ataque y muy poco hizo para buscar el gol en el arco de Armesto.
El torneo Betplay hasta ahora comienza y los entrenadores sacarán sus propias conclusiones sobre lo positivo y en lo que tendrán que mejorar de cara a la segunda fecha del próximo fin de semana. Fin del partido Llaneros Fútbol Club: -2 Boca Junior: 0.
Si usted se perdió el partido del sábado, para el próximo, por favor llegue de primero al estadio Santiago de las Atalayas construido en el gobierno de William Hernán Pérez Espinel, que precisamente fue el fundador de Los Pumas de Casanare. Que no le pase como a una gran mayoría de aficionados que tuvieron que hacer una fila interminable de más de 300 metros sobre la hora del partido para poder tener un lugar en la gradería. Muchos aficionados no pudieron ver el primer gol que se marcó apenas comenzando el encuentro.
Por: Jorge Luis Ospina Macias.