El Día Mundial de la Alimentación (DMA), se celebra por segunda vez durante la pandemia de COVID-19; esta ha puesto de manifiesto la fragilidad de nuestras sociedades: la alteración de los sistemas agroalimentarios y una recesión económica mundial, junto con el aumento de la inseguridad alimentaria y la desigualdad; pero también ha demostrado que es posible, además de necesario, seguir trabajando unidos por una meta común: crear un futuro mejor para todos, uno más sostenible y equitativo para las generaciones presentes y futuras.
Y aunque alimentarnos es un acto cotidiano, pocas veces pensamos en la forma como han sido producidos esos alimentos que elegimos: quiénes los han producido y cuántos recursos naturales, económicos o de mano de obra, han sido necesarios para tomar el desayuno, nuestra cena o alguna merienda durante el día. Tampoco analizamos el impacto que tiene el desperdiciar nuestros alimentos.
De otro lado, con una mirada ambiental, la huella hídrica, la emisión de gases de efecto invernadero y carbono, metano y otros gases que se generan con la pérdida y el desperdicio de alimentos va en aumento.
Así, con un espacio de análisis preliminar en la Cumbre Mundial de los Sistemas Alimentarios, el DMA 2021, propone fijar la mirada en apuestas comunes a todos desde la alimentación, buscando que esta, además de saludable, sea lo más sostenible posible, con una herramienta de cambio para mejorar nuestra salud y también la del planeta.
Una de las formas más recomendadas es volver a lo propio, priorizar el consumo de alimentos que se producen en la región en la que habitamos, preservando la biodiversidad alimentaria, a la vez que se promueve el consumo de alimentos frescos y la cultura gastronómica local.
¿Qué podemos hacer todos nosotros?
Elegir alimentos nutritivos diversos en lugar de los altamente procesados, lo que aumenta la demanda de alimentos saludables.
Conmemoramos en 2021 el Año Internacional de las Frutas y Verduras, que nos recuerda comer más productos frescos y aprender sobre las variedades autóctonas.
Planificar y organizar nuestras compras y la preparación de alimentos, para evitar el deterioro y desperdicio de los mismos.
Sea un defensor de alimentos saludables y sostenibles.
La conmemoración de este día destaca la necesidad de sistemas de producción sostenibles para garantizar la salud de las personas, el planeta y la economía a largo plazo.
Es importante reconocer que la salud de las personas, los animales y el medio ambiente están interrelacionados y cualquier incidente adverso puede tener un impacto global en la salud pública, el comercio y la economía.
Todos tenemos un papel que desempeñar, desde la granja hasta la mesa, para asegurarnos de que los alimentos que comemos sean seguros y no dañen nuestra salud.
La alimentación segura es esencial para promover la salud de los consumidores y acabar con el hambre; dos de los 17 principales Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.