A través de la secretaría de Salud Municipal, mediante la Dimensión de Vida Saludable y Condiciones no Transmisibles, se une a la conmemoración del Día Mundial del Riñón, promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y La Organización Panamericana de la Salud (OPS), con su eslogan “Salud renal para todos, en todas partes: Viviendo bien con enfermedad renal”.
El objetivo es sensibilizar y crear conciencia en la sociedad sobre la importancia de nuestros riñones. Unida a esta fecha especial, la OMS y OPS, establecieron del 8 al 14 de marzo la semana mundial de la sensibilización sobre la sal, siendo el 11 el día principal con su lema: “¡más sabor, menos sal!”.
Con ello, se pretende fomentar hábitos de vida saludables para la prevención de enfermedades renales. Desde la secretaría de Salud Municipal se hace un llamado a los médicos y demás autoridades sanitarias para que tomen medidas dirigidas a la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento más adecuado, para la enfermedad renal crónica.
La función principal de los riñones es producir orina, eliminar toxinas y residuos extras de la sangre; además controlan el equilibrio químico del cuerpo, la presión arterial, a mantener huesos saludables y a producir glóbulos rojos.
La mitad de las personas de 75 años o más, tienen enfermedad renal crónica en algún grado; uno de cada cinco hombres y una de cada cuatro mujeres entre 65 y 74 años, tienen enfermedad renal crónica.
Está en riesgo si:
-Tiene presión arterial alta.
-Sufre diabetes.
-Tiene historial familiar de enfermedad renal.
-Tiene sobrepeso.
-Fuma.
Lo que debe hacer para reducir el riesgo:
-Mantenerse en forma.
-Seguir una dieta saludable, baja en sal.
-Comprobar y controlar su nivel de glucosa en la sangre.
-Controlar su presión arterial.
-Mantener una ingesta de líquidos adecuada.
-No fumar.
-No automedicarse.
La presión arterial alta y la diabetes son las principales causas de enfermedad renal crónica en adultos.
El comienzo de la enfermedad renal crónica no muestra signos ni síntomas. Una persona puede perder hasta el 90% de su función renal antes de notar cualquier otro síntoma, pero puede detectarse con un simple análisis de orina para comprobar si hay proteína, o un análisis de sangre para medir el nivel de creatinina en la sangre.
Algunos de los síntomas del avance de la enfermedad incluyen: Tobillos hinchados, fatiga, dificultad para concentrarse, disminución del apetito y orina espumosa.
Tenga en cuenta que las enfermedades renales son asesinas, silenciosas que afectan la calidad de vida.